Comuniones: Niños con ilusión y la fiesta que querían

César Ceinos
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Norberto Martín y Natalia del Valle son dos de los niños palentinos que disfrutarán de un día especial en las próximas semanas

Norberto Martín y Natalia del Valle, acompañados por sus familias. - Foto: Sara Muniosguren

Por muchas de las iglesias palentinas irán desfilando durante los próximos fines de semana los niños que recibirán, por primera vez, el sacramento de la eucaristía. Según los datos facilitados por la diócesis de Palencia, en 2022, el último oficial del que dispone) fueron 622. Para conocer los de este año aún habrá que esperar unos meses, pero dos de los que se vestirán de gala en 2024 son Norberto Martín y Natalia del Valle, ambos de ocho años, que esperan ilusionados su gran día, que tendrá lugar el sábado 25 de mayo en la iglesia capitalina de Santa Marina.

María José Miguel, madre de Norberto, comenta que el niño tiene ganas de recibir la comunión  tras ir conociendo «lo que supone» esta celebración, tanto en el plano religioso como en el festivo. «Le hemos explicado lo que es y por qué se hace. Si no, sería como una fiesta más para él», detalla.En este punto, cita también el papel preparador que ha tenido la tradicional catequesis por la que pasan todas las personas antes de recibir la sagrada forma. Además, admite que es una jornada especial tanto para él, que vivirá la ceremonia junto a sus amigos, como para la familia, que se reunirá en torno al joven. «Al final nosotros también estamos ilusionados porque le vemos contento», asegura.

A la hora de comprar el traje del niño, declara que «ya tenía, más o menos, una idea» antes de que Norberto empezara a probarse la ropa elegante. Entró en Gala's, vio una vestimenta que le encajaba con lo que había pensado y se la llevó en enero. «Es un modelo nuevo que se llama príncipe. No es ni de almirante ni de marinero», detalla la madre antes de admitir que el pequeño prefería «el traje de galones porque tenía color dorado».Finalmente, explica que «entre los dos llegamos a un acuerdo y nos hemos decidido por el otro».
Respecto al convite, Miguel asegura que «desde un principio» le gustaba la opción del hotel Rey Sancho. «Lo hemos tenido que reservar con tiempo. Es difícil de coger en este lugar porque hay que reservar con un año y dos meses de antelación, pero lo hicimos. Y en esas fechas casi no tenía sitio ya. Creo que es uno de los centros de referencia para estos eventos porque tiene jardín, hace animación para los niños, está en el centro de Palencia y es cómodo», declara.

Lorena Polanco, madre de Natalia, también apostó por el Rey Sancho para disfrutar del banquete de la comunión y, al igual que Miguel, tuvo que reservar con muchos meses de antelación.Detalla que le gustan los tipos de menús y toda la oferta de hinchables y de juegos para los niños que ofrecen en este establecimiento situado en la avenida de Juan Ponce de León. «Teníamos claro que iba a ser ahí. Hay jardín y, si quieres, puedes pedir después un picoteo para los invitados. Casi cogimos antes el restaurante que la fecha», bromea. En este caso, la joven será coprotagonista de la celebración, ya que estará acompañada por su prima, que también recibirá ese día el sacramento. «Es una organización a dos bandas porque nos hacía mucha ilusión tanto a la familia como a ellas», comenta.

Por otro lado, el traje de Natalia lo compró en Navidad en Palencia. «Fuimos a tiro hecho.El primero que se probó le gustó.Nos entró por los ojos», admite la madre, quien comenta que la niña irá con toda la ilusión del mundo a la iglesia de Santa Marina. «Está bautizada y somos creyentes. No ha sido ningún problema ir a misa ni el tiempo de preparación de catequesis. Ha ido encantada», concluye.