«Siempre me marcho de Palencia con el recuerdo del Cristo»

Pablo Torres
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La icónica actriz María Luisa Merlo regresa hoy a la capital palentina para representar, junto a Juan Jesús Valverde, Ana Escribano, Jesús Cisneros, la obra 'Mentiras inteligentes'. Tendrá lugar esta tarde, a las 20 horas, en el Teatro Ortega

La actriz María Luisa Merlo - Foto: DP

María Luisa Merlo comenzó su trayectoria artística como bailarina. Con 15 años recién cumplidos, debutó en Verona y realizó una gira de baile por toda Europa. Poco después, se pasó a las artes escénicas, participando en su primera obra cinematográfica a finales de la década de los 50, hace más de 65 años. A lo largo de todo este tiempo, se ha convertido en uno de los rostros más reconocidos en el ámbito tetaral y del séptimo arte.

Hoy llega al Teatro Ortega, donde ya ha actuado en múltiples ocasiones, para representar a Alicia en Mentiras inteligentes, una alta comedia de secretos matrimoniales en la que no decir la verdad estará a la orden del día. 

Más de 65 años de trayectoria. ¿Le impresiona escucharlo?    
No me impresiona porque la vida me ha traído cosas estupendas. Estoy muy contenta con lo que he vivido y preparada para lo que venga. 

Debutó en el cine a finales de 1950. ¿Cómo ve desde dentro la evolución de la industria?
Lo que veo es un gran talento en este país, aunque se hable poco del arte, el cine y el teatro. Cuando pongo la televisión, no consigo ver el apoyo a estas disciplinas. 

Tenemos la suerte tremenda del público. Aunque no seamos dignos de mención según en qué programas, la gente sigue queriendo ir al teatro. 

También se inició en el teatro a finales de esa década, pero el cambio en esta disciplina parece haber sido menor
No lo hay. A la gente le sigue gustando las mismas cosas. Yo ahora, por ejemplo, estoy haciendo una alta comedia, que es el género que me gusta hacer. 

Viene de una familia de actores. ¿Eso supuso un apoyo o una presión añadida?
He tenido mucha suerte con eso porque, aun estando en una época regular para España, se me educó con mucha libertad. 

Fui muy diciplinada, y al final dejé el ballet por la interpretación. Lo primero que hice como actriz fue cine.

La «época regular» que menciona fueron los años de franquismo. ¿Cómo los recuerda?
Con bastante paro. La primera vez que fundé mi compañía con mi marido y mi padre llegamos a debutar en Burgos.En ese momento, llegó la prohibición total de la función que representábamos por la censura.  

Desde su primera obra y esta última que trae hoy a Palencia, ¿qué ha cambiado en usted?
Que ya no me pongo nerviosa. Me convierto completamente en el personaje que está escrito. Desde que subo al escenario dejo de ser María Luisa Merlo. En el caso de Mentiras inteligentes, paso a ser Alicia. 

¿Conserva dentro a esos personajes cuando se baja de las tablas?
Eso sería terrible y podría sentar mal a la salud mental. Ya en el saludo, cuando la gente aplaude, vuelvo a ser yo. 

¿Cuántos años más se ve sobre los escenarios?
No tengo ni idea. Mi método de vida consiste en ver lo que esta me trae y aprovecharlo bien.

Tras más de seis décadas de trayectoria ha hecho prácticamente de todo. ¿Hay alguna espina clavada?
Para nada. He hecho todo lo que quería, pues he tenido mucha suerte en mi carrera. 

El filtro a la hora de seleccionar las obras será cada vez mayor
No he hecho casi nunca nada que no me gustase. Me apasiona la alta comedia, aunque he hecho muchas más cosas.

En televisión hacía obras teatralizadas que iban desde Shakespeare hasta Alfonso Paso. Eso ha sido mi escuela. 

En todos estos años ha pasado más de una vez por la capital palentina
Una vez no, miles. Cuando hacíamos las giras por el norte en los meses de verano y septiembre siempre pasábamos por Palencia. El público es muy bueno. 

Siempre me he marchado con el recuero del Cristo maravillosos que tienen. Es lo que más me emociona de la ciudad. 

¿Cuál es el recuerdo más grato que conserva de la televisión?
Los viernes que se emitía Estudio 1 la gente no salía a la calle. Podíamos estar en un teatro y el público no acudía porque estaba viendo el programa. Se consiguieron unos espectadores que después se trasladaron a las salas. 

Veían el programa, buscaban nuestros nombres, indagaban sobre lo que hacíamos y, como les gustaba, se movieron.  

¿Le gustaría que volviese a emitirse ese formato de teatro televisado?
Lo que me gustaría es que se hablase más del teatro en la televisión y se fomentara su afición. 

Mentiras inteligentes es una comedia de secretos matrimoniales, un argumento muy empleado en el teatro español. ¿En qué lo diferenciaría de otros trabajos?
En que el público se ríe, pero por la situación. Aunque sea una tontería decirlo, es una comedia muy inteligente. Si no, no la haría.