Un millar de edificios ya ha registrado su eficiencia energética

O. Herrero
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Desde el 1 de junio. Es obligatoria para las viviendas de nueva construcción y para las anteriores a 2007 que se vendan o arrienden

El comportamiento energético de las viviendas depende también de su época de construcción. - Foto: Ángel Ayala

Hasta diciembre. La tasa para inscribirse en la Junta fue gratuita hasta el 31 de diciembre, lo que provocó un pequeño ‘boom’ 

 
De la A a la G. Del verde al granate. Así se califica la eficiencia energética de las viviendas, edificios y locales comerciales y  con esta marca se incorporan al listado de la Junta de Castilla y León en el Registro de Certificados de Eficiencia Energética de edificios que abrió el pasado verano la Institución Regional. En él ya han quedado retratadas 19.000 casas y edificios de toda la comunidad, de los que algo más de un millar son palentinos.
En concreto, y según los últimos datos facilitados ayer por la Junta, 1.173 viviendas palentinas ya han sido sometidas a un examen de eficiencia energética desde que el 1 de junio se hiciera obligatorio para algunas de ellas.¿Son muchas, son pocas? Ni desde el Colegio de Arquitectos de Palencia, su presidenta, Pilar Diez, ni desde las inmobiliarias consultadas por este periódico se atreven a contestar esa pregunta, aunque sí que reconocen que se ha vivido un boom de cara a la regularización  de las viviendas que deben contar con ese certificado y que a nivel privado son aquellas construidas antes de 2007 y que se pretenden sacar al mercado como venta o alquiler de más de cuatro meses, además de las de nueva construcción.  No en vano, ese aluvión de registros fue notable antes de finalizar el año, puesto que hasta el 1 de enero la tasa que cobraba la Junta era cero. 
A partir del inicio del año subía hasta los 29,10 euros para  viviendas unifamiliares, viviendas dentro de un bloque de viviendas, o locales. Para las bloques de viviendas o edificios del sector terciario llegaba a las 86,93 euros, en ambos casos además hay que sumar el precio de la propia certificación. Por cierto, que es una de las tasas más altas de las que se pueden encontrar a día de hoy en el conjunto del Estado, según varias publicaciones consultadas.  En cualquier caso, en los últimos meses del pasado año se certificaron más viviendas debido, según las inmobiliarias consultadas por este periódico, a que «había una especie de oferta, al estar exenta la  tramitación o del pago de tasa alguna».
De esos 1.173 registros, puesto que la actividad constructiva en la provincia no ha sido tampoco muy elevada en este período, la mayor parte viene referido esas viviendas antiguas que se han querido poner a la venta o y sobre todo en alquiler.
En este sector, el del arrendamiento por norma, la calificación energética es alta. «En Palencia ahora mismo el mercado que se mueve es el del alquiler. Son viviendas de unos 10 años que ya se construían con ciertas medidas por lo que mayoritariamente la calificación que tienen es la A», explican desde Mi Piso. Otra cuestión son las viviendas para la venta, en las que se pueden encontrar certificaciones  C o incluso menores. «En muchos casos, son viviendas antiguas, para reformar, en las que la certificación es baja». Desde Hispogar disienten, y afirman que en Palencia hoy por hoy, a lo que se llega es a la B, como máximo Entre B y E, están la mayoría. Una A, tendría que ser casi una vivienda inteligente, con una buenísima orientación, la calefacción idónea...».
En lo que sí coinciden las agencias de colocación de inmuebles es que muchos de los propietarios «cuando acuden a que ofertemos sus viviendas, vienen sin el certificado. Muchos ni siquiera saben qué es», informan desde Moncasa. Según la normativa, es obligatorio contar con esta certificación en el momento de ofertar en alquiler o venta una vivienda, no sólo en el momento que se realiza la transacción.
 
ACLARACIONES
 
>OBLIGATORIO: El documento es obligatorio para un edificio, vivienda o local que vaya a ser vendido o arrendado, así como para los de nueva construcción.
 
>SIN EXCEPCIONES: El Real Decreto no distingue entre viviendas y locales comerciales. Sólo se exceptúan los edificios industriales y los locales que tengan menos de 50 metros cuadrados o que se alquilen por menos de 4 meses. Las instituciones también deben tenerlo para sus edificios de más de 250 metros. Junta y Diputación ya iniciaron este proceso hace tiempo. El Ayuntamiento contrató a una persona para certificar sus edificios, según explicaron ayer fuentes municipales.  
 
>VALIDEZ: El certificado tiene una validez de 10 años -después tendrá que ir renovándose-, por lo que su repercusión anual es muy baja. Los potenciales ahorros a obtener superan el coste del certificado. 
 
>SANCIONES: Como casi todas las normas, existe una parte coercitiva para quienes no la cumplen. Así, no tener el certificado implica una infracción en materia de consumidores y usuarios, así como una infracción en materia de certificación de eficiencia energética. Según se indica en las informaciones elaborada por distintos colegios oficiales, las sanciones pueden ser de hasta 600.000 euros, en función de su gravedad. Puesto que la etiqueta energética debe incorporarse a toda oferta, promoción y publicidad dirigida a la venta o alquiler, se podría sancionar a propietarios e incluso a las inmobiliarias que lo publiciten sin tener la correspondiente certificación.