Los asaltos a personas de la Tercera Edad en los núcleos rurales lejos de disminuir parece que no tienen fin. Según ha conocido este periódico de fuentes consultadas, dos nuevos robos se han producido en los últimos días en otros tantos puntos de la provincia: Grijota y Castrillo de Onielo.

Según la información de la que dispone este periódico, en el caso de Grijota la víctima fue un hombre, a quien los delincuentes le arrebataron un reloj de oro.

En el caso de Castrillo de Onielo la víctima fue una mujer a quien los ladrones le quitaron una cadena con un importante valor económico y sentimental.

Estos dos nuevos casos se han conocido y denunciado pocos días después de que la Guardia Civil confirmara la Operación Abuelas. una operación policial desarrollada por agentes de la Comandancia de Palencia, que se saldó con 20 detenidos en Madrid, Salamanca y Palencia, todos ellos de nacionalidad rumana, que habían perpetrado cerca de 300 operaciones delictivas en todo el territorio nacional.

La investigación se inició a principios de mayo del año 2011, tras la denuncia presentada en la localidad palentina de Carrión de los Condes, como  ya informó en su día Diario Palentino.

 Entonces, un denunciante, de 70 años de edad, puso en conocimiento de la Guardia Civil carrionesa la existencia de dos jóvenes que le solicitaron su firma para la colaboración en la creación de un centro de atención a minusválidos y que mostrara su DNI. Al llegar a su domicilio comprobó que le habían sustraído al descuido la cantidad de 400 euros.

 La Operación Abuelas se había desarrollado en cuatro fases entre los meses de mayo a julio. De los detenidos, 11 son hombres y nueve, mujeres.

 Como resultado de esta operación se habían esclarecido 285 hechos delictivos en los que los autores se habían apoderado de más de 109.000 euros.

La organización disponía de más de 20 turismos indispensables para realizar los desplazamientos, los cuales intercambiaban entre ellos. Procuraban no utilizar un mismo automóvil en dos recorridos sucesivos, con objeto de no ser fácilmente reconocidos y eludir posibles identificaciones. El grupo criminal, sin otro medio de vida conocido que la actividad delictiva a la que se dedicaba, tenía vínculos familiares entre sus miembros y estaba asentado en España desde hace varios años.

‘MODUS OPERANDI’. Pero no es una actividad delictiva novedosa. Según publicó Diario Palentino en octubre de 2011, el número de hurtos de joyas y dinero mediante el engaño a ancianos contabilizados en la provincia de Palencia en los últimos meses ya se acercaba a la quincena, sin contar los registrados este año 2012.

Estos hechos se produjeron en varias localidades palentinas, especialmente las de escasa población y casi siempre situadas al sur de la provincia.

La Guardia Civil había detectado en los últimos meses sustracciones con similar modus operandi, una actividad delictiva que elige como víctimas a mujeres y hombres de avanzada edad que pasean por las calles de los pueblos, generalmente solos.

La mayoría de los testimonios de las víctimas coincidía en que eran abordadas por una mujer de unos treinta años y acento extranjero, generalmente acompañada por varios individuos.

De hecho, los delincuentes abordan a las víctimas con cualquier excusa y cuando les responden, uno de ellos se acerca a ellas para, con elogios, agradecerles su atención, con el regalo de un colgante, ofrecerle bolsas para que guarden las joyas que portan en el cuello, instante que aprovechan para cambiar las auténticas por otras falsas.

En la mayoría de las ocasiones, al menos en Palencia,  el objetivo era el cordón o la cadena de oro, aunque también estos hurtos se han ampliado a las pulseras y los relojes.Hay que recordar que las personas mayores cuentan ya con un plan de seguridad creado específicamente para ellos, puesto en marcha por el Ministerio del Interior y que  han venidodesarrollando el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil.

Los objetivos del plan de seguridad son prevenir tanto los maltratos como los robos, estafas y hurtos; fomentar la confianza de las personas mayores en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para que denuncien cualquier actuación delictiva que les afecte; y perfeccionar la respuesta policial en su atención a las personas mayores.