Afectados. Se inundaron garajes y sótanos, se restringió el acceso a varios tramos del casco urbano y un talud de tierra cayó sobre las vías
Zonas críticas. Las calles Maestra Doña María y El Ferrocarril, La Tejera y el paraje de ‘Las Vegas’ fueron los lugares donde más se sintió el agua
La fuerte tromba de agua caída a última hora de la noche del domingo hizo saltar todas las alarmas en Guardo cuando sobre las 23 horas las alcantarillas comenzaron a dar síntomas de que el sistema de tuberías estaba colapsado. Y no era para menos, puesto que según los datos que maneja el Ayuntamiento se alcanzaron picos de hasta ochenta litros por metro cuadrado.
A consecuencia de esta gran cantidad de agua, las arquetas comenzaron a expulsar el recurso hídrico de forma contundente, anegando los bajos de los edificios de gran parte del casco urbano y las zonas próximas al río Carrión, que no se salió a su paso por la localidad a pesar de que venía muy crecido.
Entre los puntos más afectados destacó la calle Maestra Doña María con varios centímetros de agua acumulada, llegando prácticamente hasta la rodilla en algunos tramos. Una vía que da acceso al servicio de Urgencias del Centro de Salud, en el que no se registraron incidentes y donde el líquido elemento tampoco supuso problema alguno para las ambulancias.
Una vía en la que sí se vio afectada la planta sótano del antiguo Ambulatorio, hoy reconvertido en Biblioteca y Sala de Exposiciones y donde se alberga la Unidad Veterinaria de la Junta. Para aliviar cuanto antes esta situación, ya por la noche se retiró el bordillo que separa el aparcamiento del complejo asistencial del paseo del Parque Fuentes Carrionas, para que el agua se evacuase por sí misma hacia el río.
La línea de ferrocarril que conecta las ciudades de León y Bilbao también sufrió algún que otro contratiempo. El más destacado fue el que se registró a muy pocos metros del paso a nivel sobre la avenida de Palencia, donde un talud de tierra se precipitó sobre el trazado dejando la vía cubierta por varios kilos de tierra, piedras, ramas y raíces.
GARAJES. Multitud de garajes del casco urbano se vieron afectados con hasta medio metro en algunos casos provocando la impotencia de los vecinos de dichos bloques, que se vieron obligados a retirar sus vehículos de madrugada para evitar males mayores.
«He estado toda la noche pendiente, no podía conciliar el sueño y esta mañana lo primero que he hecho ha sido acercarme para ver si el nivel había subido o se había mantenido con respecto a la noche. Las carboneras, que muchos utilizan como trasteros, están completamente inundadas y gran parte de lo que allí tenemos guardado tendrá que ir a la basura», comentaba un residente en la avenida Castilla y León, una de las más afectadas.
A un panorama similar se enfrentaron los hosteleros con negocios enclavados en la zona de ocio nocturno conocida como Los Bajos, en el subsuelo del edificio Los Arcos, donde se acumularon varios centímetros en las zonas comunes.
«Anoche empecé a ver las primeras fotos en las redes sociales y rápido nos alarmamos. Vinimos a comprobar por dónde llegaba el agua con la esperanza de que no hubiese afectado a nuestro negocio. En la plazoleta central caía a gran velocidad, como en una cascada», indicó uno de los propietarios.
Una situación de alarma que se vivió también en la calle El Ferrocarril y en la avenida San Isidro afectando al paso subterráneo de la carretera bajo la línea férrea. También se registraron incidencias en las inmediaciones del Pabellón de Deportes (a consecuencia de la tubería que viene del monte), las cercanías del Cementerio, la avenida Santander, los barrios de La Tejera y La Fuente y en Las Vegas, donde una pala tuvo que retirar la tapa de hormigón de una alcantarilla para que el agua se liberase más deprisa.
Unos incidentes que no fueron a más por la rápida actuación de los operarios municipales y los efectivos del Parque Comarcal de Bomberos que estuvieron pendientes hasta bien entrada la madrugada de la situación. «Ha sido una noche de mucho movimiento. Estuvimos trabajando hasta las tres de la mañana recibiendo varios avisos de los que se encargaba la cuadrilla que estaba de guardia», subrayaron algunos trabajadores del Consistorio.
Junto a ellos se encontraba el alcalde, Juan Jesús Blanco, que recorrió las zonas más críticas durante horas con su vehículo particular. «Ahora mismo (a la 1,15 de la madrugada) ya está bajando el nivel en las zonas afectadas, pero ha habido momentos en los que toda la red ha estado en presión y soltando agua por donde podía», puntualizó el primer edil sobre el terreno.
Aguas abajo del río Carrión, en Saldaña, parte del Camping El Soto quedó parcialmente inundado, una situación bastante habitual a estas alturas del año en la dotación municipal a la que los campistas ya están acostumbrados.
En Velilla del Río Carrión también se encharcaron garajes, se desprendió parte del tendido eléctrico en Camporredondo de Alba y se precipitaron sedimentos sobre la calzada en las cercanías de Aviaos cortando al tráfico rodado la P-210.