Pequeños graduados

Rubén Abad
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'Apeninos' celebra una fiesta para despedir a los 36 niños que finalizan su etapa en la guardería y emprenden un nuevo ciclo en el Colegio • Atrás dejan años de convivencia en un centro que funciona como una gran familia

Vestidos con toga, birrete y banda, los niños que abandonan este curso la Escuela Infantil Apeninos de Guardo dejan un inmejorable recuerdo para los responsables del centro. - Foto: DP

Los 75 alumnos de entre cuatro meses y tres años de la Escuela Infantil Apeninos de Guardo dicen adiós estos días a un año lleno de aventuras en el que han descubierto un mundo nuevo en compañía de otros chicos de su edad con el cuidado y dedicación plena de las cuidadoras y responsables de la guardería.

En este tiempo los niños han aprendido a compartir, convivir y respetarse los unos a los otros con la colaboración de los padres. Todo ello en un clima familiar y cercano en el que todo está pensado para los pequeños.

Cursos de cocina, excursiones en tren por la Montaña Palentina, visita de personajes Disney, cuentacuentos, pequeñas nociones de jardinería, conocimiento de animales de compañía, talleres musicales y la visita a las atracciones de la feria  han sido la nota predominante en Apeninos durante los últimos meses. Estas actividades son un complemento ideal para el desarrollo de los jóvenes que, además, elaboran fichas, aprenden los colores y esbozan sus primeras letras.

Treinta y seis de estos alumnos fueron los auténticos protagonistas en la fiesta de Graduación que la Escuela Infantil ofreció para los chicos y sus familias.

Una jornada plagada de emociones en la que hubo actuaciones musicales, entrega de diplomas y regalos, lágrimas de emoción por la despedida y muchas ganas de pasárselo bien.

Mismo camino seguirán el próximo curso los 21 nuevos alumnos llegados desde diversas localidades de la comarca que alegrarán cada día las instalaciones de este centro educativo.

«En Apeninos están matriculados la práctica totalidad de niños de la zona porque no hay ninguna guardería en varios kilómetros a la redonda. Además, se ha cambiado el concepto de las escuelas infantiles, antes solo eran utilizadas por las madres que trabajaban. Afortunadamente, este concepto ha cambiado en los últimos años ya que los propios padres se dan cuenta de lo beneficioso que es para sus hijos crecer con otros niños de su misma edad», explica Marta de Prado, directora de la Escuela Infantil.

Entre las novedades que se encontrarán sus familias será la implantación del programa Pequeños madrugadores, en el que los niños podrán entrar sesenta minutos antes (7,45 horas) a la escuela para facilitar la conciliación laboral y familiar de los padres.

 

UN CENTRO CON SOLERA. Más de treinta años al servicio de los guardenses avalan la experiencia de la única guardería de la Junta de Castilla y León en el medio rural de la provincia.

Por sus puertas han pasado varias generaciones de vecinos de la zona que recuerdan con cariño, emoción y nostalgia su estancia en un centro que les ayudó a salir adelante en sus primeros años de vida.

Muchos de ellos han seguido el camino de sus padres, hoy abuelos, y han matriculado a sus hijos en esta escuela repleta de vida.

«En Guardo tenemos la gran suerte de que profesionales con más de treinta años de experiencia comparten métodos con las nuevas incorporaciones, algo que es realmente bueno para el alumnado», asegura la directora.

La plantilla está compuesta actualmente por quince trabajadores entre cuidadoras, equipo directivo, cocineras y personal de mantenimiento, a los que los niños tienen un gran aprecio.

Sin ellos, el buen ambiente que se respira en Apeninos no sería posible. Y es que, según apunta la directora, «no solo los niños aprenden, en muchas ocasiones son ellos los que nos dan lecciones de vida a nosotros. Estamos encantados de trabajar aquí».

Un aspecto muy valorado por los padres que solo tienen buenas palabras para Apeninos y sus profesionales. Un reconocimiento de las sociedad que se han ganado a pulso en estas tres décadas.