El Plásticos Magonsa Villamuriel lograba en la tarde de ayer un triunfo sufrido ante el Universidad de Burgos, sobre todo teniendo en cuenta que aunque dispuso de muchas más ocasiones que su rival y fue superior por momentos, debió darle la vuelta a un adverso 2-0 en la segunda parte y que su primera parte fue muy mala.
Porque el equipo de Francis Olea desperdiciaba los primeros 45 minutos, en los que jugaba con el viento en contra, sin ritmo, ni movilidad, ni intensidad, cometiendo errores y perdiendo balones en zonas sensibles del campo, que desembocaron en el 1-0 con el que se llegaba al descanso.
Un primer gol que venía precedido de un robo del balón de los locales, rematado con un disparo desde 30 metros que se convertía en gol.
Pese a todo los palentinos dispusieron de una clara ocasión para empatar, pero el remate a bocajarro de Dani se marchó fuera.
Mejoraba sustancialmente el equipo cerrateño en el segundo acto, con dos cambios en el descanso, aunque aún vería cómo la fortuna se aliaba con su adversario para aumentar la desventaja. Porque un disparo rebotaba en un defensa palentino y se envenenaba para acabar en la escuadra en el 2-0.
Enseguida Aitor reducía distancias tras ganar la espalda a la defensa burgalesa. Empataba el encuentro su compañero Dani transformando en gol un buen pase interior.
Era Aitor el que le daba la vuelta al marcador definitivamente en el 67’. Y en el último minuto era Dani el que firmaba su doblete para sentenciar un duelo más difícil de lo que dice el marcador.