Custodiado por dos hermanos franciscanos de la Cofradía del Santo Sepulcro, el Cristo del Desenclavo (Miguel Ángel Rojo, 2003) esperaba en la tarde del viernes el momento de ser bajado de la Cruz recordando así el pasaje en el que José de Arimatea solicita a Pilato hacerse cargo del Cuerpo de Jesús y darle sepultura.
Tras los turnos de guardia, llegaron hata la plaza de la Inmaculada los miembros de la Cofradía Penitencial del Santo Sepulcro, Archicofradía d las Cinco Llagas de San Francisco y Cofradía de San Juan Bautista acompañados de las autoridaldes locales y provinciales y representantes de la Policía Nacional, miembro honorario de la Cofradía, con su director general, Ignacio Cosidó a la cabeza. A las 19,30 horas se abrieron las puertas de la Catedral palentina de donde salió el obispo de la Diócesis y varios hermanos del Santo Sepulcro para comenzar la Función del Descendimiento. Dos hermanos se subieron a las escaleras que se apoyaban sobre los brazos de la Cruz y tras colocar una sábana con la que ayudarse para bajar el cuerpo, comenzó el acto.
Los hermanos procedieron a retirar la inscripción de INRI, la corona de espinas «trenzada con la miseria del hombre», los clavos de las manos «con la que Jesus podrá partir el Pan de la Bendición» y los de los pies «clavadas en la madera del egosimo y la autocomplacencia, para que nos guíes hasta la puerta estrecha del Evangelio, el camino a la Gloria y la Comunión con el Padre». Todos estos elementos, junto con el martillo empleado para la crucifixión, fueron colocados sobre cojines.
La Policía Nacional es miembro honorario de la Cofradía del Santo Sepulcro. - Foto: Óscar Navarro A continuación, los hermanos procedieron a bajar este Cristo articulado con mucho cuidado para depositarlo en unas parihuelas e introducirlo, junto con los Ateributos de la Pasión, en el interior de la Catedral, que simbolizaba el sepulcro sobre el que descansó el Cuerpo de Cristo hasta su resurrección.
A continuación, llegaron hasta la plaza de la Inmaculada el resto de cofradías palentinas para que pudiera comenzar la Procesión del Santo Entierrro, en la que desfilaron diez pasos: El Santísismo Cristo del Perdón, el Santísismo Cristo de la Misericordia;El Calvario; Nuestro Padre Jesús Crucificado; Nuestra Madre Dolorosa; el Descendimiento de Jesús; la Santísima Virgen de la Piedad;Nuestra Señora de la Soledad, el Santo Sepulcro, custodiado por los miembros de la Policía Nacional y la Virgen de los Siete Dolores, cerrando este cortejo fúnebre que recorrió ya de noche las principales calles de la ciudad.