Las lluvias alivian los embalses tras perder casi la cuarta parte de sus reservas en el último año

David Alonso / Valladolid
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La falta de precipitaciones desde octubre ha lastrado el repunte de agua almacenada que se produce en otoño, y mantiene los embalses al 57,4 por ciento de su capacidad

Después de varias semanas mirando hacia arriba a la espera de que el cielo diera un respiro a la situación hidrológica de la Comunidad, todo hace indicar que durante las próximas jornadas volverán las precipitaciones a los campos de Castilla y León. Un fenómeno meteorológico que aliviará la tensa situación que viven muchos agricultores de la región ante la escasez de aguas para regar sus cultivos. 
Los otros grandes beneficiados de la borrasca que se avecina serán los embalses de Castilla y León que han visto mermada sus reservas hasta casi la mitad después de que el primer trimestre del año hidrológico -comienza el 1 de octubre- se haya saldado con un 40% menos de lluvias. Esto se ha traducido en que los embalses de la región no han experimentado el tradicional repunte de masa acuática que acompaña las precipitaciones de otoño, manteniendo prácticamente el mismo volumen de agua que al final del verano. En comparación, en 2014 éste aumentó en 1.000 hectómetros durante los últimos tres meses de año.
A fecha 29 de diciembre de 2015, última actualización de la situación por parte del Ministerio de Medio Ambiente, los embalses se encontraban al 57,42 por ciento de su almacenamiento, lo que supone un volumen de agua embalsada de 4.769 hectómetros cúbicos (hm3), el 15% del total nacional. Estas cifras suponen una caída del 22% en el volumen embalsado respecto a la misma semana de 2014, que se traduce en una pérdida de 1.328 hm3 de capacidad. En total, los embalses de la región pueden albergar más de 8.305 hectómetros cúbicos. A nivel nacional, los datos no son muy diferentes y mantienen una ocupación del 55,6 por ciento y 31.121 hm3 embalsados.
Desde la ConfederaciónHidrográfica delDuero (CHD), que gestiona la mayoría de los embalses de la región, su director técnico, AlfredoGonzález, reconoce que hace dos semanas la situación era «alarmante». «Estamos en niveles más bajos que otros años y hemos pasado una larga temporada sin lluvia», sostiene, pero avanza que las previsiones de precipitaciones que se esperan próximamente les hace ser optimistas. 
Del informe de la situación de los principales embalses gestionados por la CHD, a fecha 4 de enero, éstos se encontraban al 49,9 por ciento -1.436 hm3- de los más de 2.877 hm3 de capacidad que tienen. «Las cosas están mejorando y hay zonas de la cuenca donde ha llovido mucho», mantiene, aunque apunta al Castro de las Cogotas, en Ávila, y al Pontón Alto, enSegovia, como las zonas donde las precipitaciones no se han dejado ver y acumulan unas precipitaciones desde octubre inferiores a 100 litros por metro cuadrado. También es preocupante la situación del embalse de Camporredondo, en el cauce del rió Carrión, que el pasado lunes se encontraba al 11 por ciento de su capacidad.
Sin embargo, el director técnico de la CHD espera que la campaña hidrológica se desarrollo con«normalidad» porque, según apunta, «nos movemos en valores similares a los de la media de los últimos diez años», donde las reservas medias están en el 50,8 por ciento. «Confiamos en la nieve de invierno y las lluvias de primavera», destaca, y cree que, aunque debería haber nevado«más», no habrá problemas para la acumulación de nieve en las montañas, y recuerda las«fortísimas nevadas» del año pasado cuando la preocupación fue el exceso de caudal. 
 
Otras cuencas. Las otras cuatro cuencas de las que beben los embalses de Castilla y León se encuentran en una situación parecida a los de la cuenca del Duero, la mayoritaria a nivel regional. De esta forma, las tres presas gestionadas por la CuencaHidrográfica delEbro presentan unos volúmenes cercanos al 52%, excepto el embalse de Sabrón, enBurgos, cuyas reservas se encuentran al 90%. 
Los cuatro de la CuencaHidrográfica delTajo oscilan entre el 45 y el 67% de volumen de agua embalsada; mientras que el de Ordunte, enclavado en la Cuenca Cantábrica está al 46,5.Por último, el de Bárcena, en la Cuenca delMiño-Sil, ha visto mermado su volumen hasta el 34,35%.