Llega el verano y, con él, los agricultores ponen a punto su maquinaria ya que les esperan largas jornadas de trabajo. Este es el caso de dos hermanos procedentes de la localidad albaceteña de Tiriez, Ramiro y José Luis Sánchez, quienes recorren a lomos de su cosechadora centenares de kilómetros hasta llegar a su destino, la Comunidad Castellano-leonesa.
Ya son cerca de 25 años los que estos dos cosechadores se acercan hasta Castilla y León. Fue José Luis Sánchez quien primero se dedicó a estas tareas del campo con su suegro, con el que ya se desplazaba hacia esta zona quince años antes.
«Desde que venimos a esta zona, tenemos siempre los mismos clientes y afortunadamente hemos dado con buena gente», asegura José Luis, quien también tiene el título de electricista aunque ya no desempeña esta profesión. «Podemos presumir de que además de clientes, son amigos», sostiene.
La primera parada son las localidades vallisoletanas de Medina del Campo, Fuente El Sol y Cervillego de la Cruz.
La segunda y última son varios municipios de la Tierra de Campos palentina como San Cebrián de Campos, Villoldo, Amusco, Lomas, Amayuelas de Arriba y de Abajo, entre otros. «Y alguna vez esporádicamente también solemos subir a la zona de Osorno», apunta Ramiro.
Antes de llegar a nuestra Comunidad, se ocupan de la recolección en la localidad de Tiriez, donde residen, y también en otras de esa zona.
El motivo por el que decidieron venir hasta estas tierras es, según explican, porque «como la siega no se produce al mismo tiempo en todas las provincias de España, hay que buscar trabajo en algún sitio».
Ramiro añade que siempre viene acompañando a su hermano ya que durante el curso escolar Ramiro es profesor del Instituto Federico García Lorca en Albacete y «si no me gustase, no vendría con él», asevera.
INSTRUMENTO FUNDAMENTAL. La cosechadora es esencial para completar el ciclo agrícola. Siempre está en el punto de mira porque cualquier fallo que se detecte o problema que presente, es necesario solventarlo con rapidez.
La labor es diaria salvo que las condiciones meteorológicas no lo permitan. Por ello, cada día Ramiro y José Luis dedican casi dos horas de su jornada a la revisión y el mantenimiento adecuado de su vehículo.
«Es un trabajo un poco pesado en cuanto a horas ya que nuestra jornada empieza a las siete de la mañana y hay días que dura hasta las dos de la madrugada», explica Ramiro. Agrega que «se hace más fácil al ser dos personas las que trabajamos y nos podemos relevar en las tareas».
«Lo único que hemos encontrado en los años que hemos venido son facilidades», señala Ramiro. De hecho, asegura que «siempre que hay una avería, nos echan una mano o incluso nos permiten guardar las herramientas en sus almacenes».
Añade que siempre han contado «con la ayuda necesaria para hacer frente a cualquier problema y de ello estamos muy agradecidos».
¿QUÉ HACER CUANDO LLUEVE?. La lluvia se hace presente todos los años y constituye un obstáculo en la ejecución de las tareas. «Nunca viene mal uno o dos días de descanso entre tantas jornadas de trabajo, no está mal darse un respiro», reconoce Ramiro Sánchez, quien además es maestro y licenciado en Historia.
Otros impedimentos con los que se pueden topar son los incendios, aunque, según asegura Ramiro, «nosotros afortunadamente en los años que hemos venido el fuego nunca nos ha arruinado la cosecha ni la continuación en las tareas del campo».
Un mes y medio es el período que aproximadamente estos dos cosechadores suelen permanecer fuera de casa. «Estamos ya preparados para ello, tanto nosotros como nuestras familias nos hemos acostumbrado», puntualiza José Luis.
El esfuerzo y el empeño son dos factores fundamentales en esta faena. «Mientras sea así y tengamos trabajo mejor, porque ahora mismo el que niegue la crisis, está ciego», remarca Ramiro.
Aunque reconoce que «en Castilla y León donde menos se puede notar la crisis es quizá en el sector primario y este año el rendimiento de la cosecha es superior frente a otros años».
Ambos cosechadores valoran esta experiencia como «muy positiva». Concluyen asimismo que «cada año es mejor y con ello además se ganan amistades que son duraderas».