La Montaña Palentina cuenta con significativas tradiciones que perduran en el tiempo a pesar del paso de los años. Celebraciones que comparten protagonismo con otras que habían caído en el olvido y que los vecinos de la comarca han apostado fuerte por recuperar. Éste es el caso de la Pinada del Mayo, una tradición con décadas de historia que había desaparecido entre los festejos populares de Velilla del Río Carrión y que el Ayuntamiento recuperó hace tres años.
Así, las inmediaciones de La Reana se fueron llenando de público desde primera hora de la tarde para contemplar la pinada y posterior ascenso de los mozos a lo más alto del pino donde les aguardaba un jamón para premiar tan notable hazaña.
Para lograrlo, desde bien temprano los jóvenes se reunieron en la Plaza Mayor desde donde partieron al pinar para seleccionar, talar y pelar un gran ejemplar de varios metros de altura. De allí lo trasladaron hasta el poblado de Compuerto, donde compartieron mesa y mantel en una comida campestre con la que reponer fuerzas de cara a los eventos de la tarde.
El joven velillense Sergio Pérez fue el primero en subir hasta lo más alto del pino. - Foto: Rubén Abad Y es que de allí la comitiva regresó hasta Velilla para adornar con lazos y rosquillas el pino momentos antes de trasladarlo a La Reana, donde tuvo lugar el plato fuerte de la celebración.
Concentración. Además, las boinas, los pantalones cortos y los calcetines por encima de las rodillas volvieron a estar de moda ayer por unas horas en el municipio norteño con motivo de la celebración de la I Concentración de Bicicletas Clásicas, una cita organizada por el Ayuntamiento en colaboración con el Club de Entibadores Palentinos.
Llegados desde las provincias de Valladolid, León y Cantabria, los aficionados a este vehículo con solera compartieron una agradable jornada con los amantes de lo antiguo de Guardo y Velilla. Así, por la mañana estuvieron concentrados en la Plaza Mayor de donde partieron en una excursión hasta Compuerto.
Ya por la tarde regresaron al punto de partida donde realizaron una exhibición y paseo por las principales calles de la localidad ante la mirada atenta de los vecinos del municipio montañés.
Ascenso. Tras varios intentos, el primero en hacerse con el jamón fue Sergio Pérez, un velillense de 22 años que revalida el título que consiguió el pasado año. Un ascenso en el que contó con los ánimos de sus vecinos, algo que le dio fuerza para llegar a lo más alto.
También una pequeña cantera de jóvenes velillenses probó suerte. Una vez concluido el ascenso, el Ayuntamiento ofreció chicharro y queso. El broche de oro llegó con el monologuista guardense Kodro el Rápido que despertó los aplausos y las carcajadas de los presentes.