Detienen en Santander al presunto homicida de Casavegas

O. H. | Casavegas-Palencia
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Se trata de la pareja sentimental de la mujer, con quien había cenado en la noche del miércoles

Un todoterreno de la Guardia Civil regresa por la pista forestal donde se encontró el cadáver. - Foto: Óscar Herrero

La Guardia Civil, esta mañana, en el acceso al camino en el que se encontró la mujer.
La Guardia Civil, esta mañana, en el acceso al camino en el que se encontró la mujer. - Foto: Óscar Herrero

 
La Guardia Civil de Cantabria detuvo en la tarde de ayer en Santander, en torno a las 18 horas, a J. C. P. V., de unos 45 años, vecino de la localidad cántabra de Caloca, y pareja sentimental de María Cruz G., la mujer hallada muerta el pasado viernes en la localidad palentina de Casavegas (La Pernía). Al hombre se le considera presunto autor de los hechos. La detención se produjo en las inmediaciones de la iglesia de San Francisco de la capital cántabra.
 
J. C. P. V. -iniciales confirmadas por fuentes vecinales-,  fue trasladado a la Comandancia de la Guardia Civil de Santander donde prestó declaración a la espera de que sea reclamado por la jueza de Instrucción de Cervera, nunca más tarde del martes.
 
La investigación sobre la muerte de María Cruz G., de 44 años, y cuyo cadáver fue hallado al mediodía del viernes en las inmediaciones de Casavegas apuntó desde el principio a su compañero sentimental.
 
Según ha podido saber este periódico de fuentes familiares de la víctima, la Guardia Civil le buscaba desde que se descubrió que había sido la última persona en verla con vida a la mujer. 
 
Así, según fuentes familiares, la fallecida, vecina de la localidad cántabra de Barrio de Vega de Liébana, mantenía relaciones con este varón con el que habría quedado para cenar el pasado miércoles en un restaurante del municipio cántabro de Polaciones, a escasos 10 kilómetros por carretera de la localidad en la que se encontró su cuerpo el viernes.
 
Además, como señaló el hermano de la finada, citando fuentes de la investigación y según la autopsia practicada en la tarde-noche del viernes en Cervera, el momento de su muerte se fija en la madrugada del miércoles al jueves, poco tiempo después de que hubieran pasado por el citado establecimiento.
Por tanto, cuando el perro de unos vecinos ocasionales de Casavegas, que estaban dando un paseo, encontró el cadáver, la mujer llevaba ya día y medio muerta.
 
Puesto que el cuerpo se halló sin documentación, su identificación sólo fue posible cuando los hijos de la mujer denunciaron ante la Guardia Civil de Potes la desaparición de su progenitora. No había aparecido y llevaba casi 36 horas sin responder al teléfono. Fue entonces cuando los agentes les pidieron que acudieran a Cervera con la sospecha de que el cadáver pudiera ser el de María Cruz G., como se confirmó.
 
Muerte violenta. Los  familiares también confirmaron la muerte violenta de la mujer. «La ha matado, la ha matado», manifestaba el grupo que se dio cita ayer en Cervera para hacerse cargo de los restos mortales de la mujer. «Nos han dicho que ha sido por arma blanca», aseguraban, citando el resultado de la autopsia. Al menos una puñalada, aunque también podrían haberse encontrado distintos golpes. Ahora debe ser el Juzgado cerverano el que determine si se trata de un caso de violencia de género.
 
También queda por determinar, a través de los distintos interrogatorios y pruebas, dónde se produjo el crimen puesto que, según fuentes familiares, en el lugar donde se halló el cuerpo no había sangre, lo que hace pensar que el presunto apuñalamiento de la mujer se habría producido en otro lugar y que se habría utilizado un vehículo -el de la propia víctima que desapareció- para trasladar el cuerpo hasta la pista forestal entre Casavegas y Caloca, que sería, por tanto, un escenario secundario del crimen.
 
En este mismo sentido se manifestaron algunos de los vecinos de Casavegas, quienes reconocieron que en el lugar donde se halló el cuerpo «había una arrastradero, como de que hubieran movido el cuerpo para alejarlo».
 
Búsqueda toda la noche. Según los vecinos y fuentes cercanas a la investigación consultadas por este periódico, la búsqueda de pesquisas en el lugar en el que se encontró el cadáver y en el entorno de los siete kilómetros que unen Casavegas con Caloca, han sido peinados por agentes de la Guardia Civil de noche y de día.
 
«Toda la noche han estado subiendo y bajando coches de la Guardia Civil», explicaba a media mañana de ayer un vecino de Casavegas. De hecho, aún a esas horas, el trasiego de vehículos de la Benemérita era notable para un pueblo con 10 habitantes. Lo mismo que en Caloca.
 
Y es que las labores de búsqueda se centraron en esta zona limítrofe entre Cantabria y Palencia, para intentar hallar el vehículo de la víctima. Se estima que podría haberse trasladado en él su cuerpo. También, podría haber sido el medio de escape del presunto autor de la muerte de esta mujer, con dos hijos de 25 y 17 años. 
 
Sin embargo, fueron las investigaciones que se llevaron en el resto de Palencia y Cantabria las que dieron los frutos esperados, al lograr la detención en el Centro de Santander del presunto homicida, poco más de 24 horas después de hallar el cuerpo.
 
El cadáver de la mujer descansa en el velatorio de la Residencia Félix de las Cuevas de Potes, y su funeral se oficiará hoy a las 16,30 en Barrio de Vega de Liébana, localidad en la que residía.