La Escuela de Música, Danza y Teatro de Guardo fue el lugar elegido en la tarde de ayer por la compañía palentina Garrapete para desarrollar un Taller de Clown, una actividad artística en la que participaron cincuenta vecinos de la localidad en dos sesiones: una destinada al público infantil y otra para adultos.

En el primero de los casos, el curso se enmarcó en el ciclo cultural Enganch-ARTE, una exitosa propuesta pensada en exclusiva para los jóvenes del municipio, mientras que los guardenses que se unieron al segundo pase estaban relacionados con el Grupo de Teatro de la Agrupación Musical de Guardo (AMGu).

«En este curso buscamos nuestra propia ridiculez y cómo aprovecharla para hacer reír. Para ello, apostamos por recuperar la capacidad de jugar y de reírse de uno mismo. Y es que, el clown no busca la risa, se la encuentra y disfruta con ella», precisaron los encargados de la función.

Los objetivos que se marcaron los promotores del espectáculo se centraron principalmente en mostrar el lado más ridículo de las situaciones cotidianas «para encontrar la carcajada de los espectadores a través del juego, del error y de la emoción, fomentar la escucha hacia el público y hacia uno mismo y  promover la risa como motor de la creación artística», añadieron.