El 75 por ciento de los niños que están ahora en la escuela trabajarán en empleos que todavía no existen y, muy probablemente, con herramientas que aún no se han desarrollado. De ahí la importancia de que las nuevas tecnologías conquisten las aulas con desarrollos innovadores, como la impresora 3D, que fomenta que los más pequeños se familiaricen con materias como la arquitectura, el arte, la robótica y la medicina. Precisamente, estas dos últimas ciencias han sido las protagonistas de este curso escolar en el Colegio Nuestra Señora de la Piedad en Herrera (Palencia), donde han logrado imprimir y armar una prótesis 3D de una mano para una persona amputada en Kenia.
Los alumnos de este centro palentino han puesto, de este modo, su grano de arena para contribuir a mejorar la calidad de vida de uno de los cinco millones de keniatas que han sufrido amputaciones. “La idea era dar una vuelta al trabajo con la impresora 3D y trabajar en valores”, comenta el profesor que ha coordinado este proyecto, Javier García, quien explica que la nueva prótesis creada por este grupo de niños será llevada al país africano por la ONG de Guillermo Martínez, cuyo trabajo se centra en acercar estas particulares ‘trésdesis’ a personas sin recursos