España es uno de los países que vive más intensamente la Pasión y Muerte de Jesús y Palencia es buen ejemplo de ello. Procesiones, actos o tradiciones curiosas forman parte de todo un elenco de actividades que se generan en torno a estos días en la capital y provincia.

Visto desde fuera, algunos detalles pueden pasar desapercibidos para quien contempla una imagen o a los cofrades que esos días recorren las calles, pero detrás de todo ello hay un intenso trabajo de muchos meses y una serie de normas que los cofrades deben cumplir para que todo salga lo mejor posible. Por ello, este año se insistirá mucho en la rigurosidad de quienes participen en las procesiones, tanto en lo que a su vestimenta se refiere como a su comportamiento.

Aunque es el segundo año que se procesiona con la declaración de Fiesta de Interés Turístico Internacional, como en 2013 se suspendió la mayoría de los eventos, este año se espera con más ilusión, si cabe, su celebración. Por ello, las distintas cofradías de la capital insisten en el esfuerzo que deben hacer todos los integrantes de estos colectivos para que se cumplan las normas a la hora de vestir, de procesionar o de llevar un paso en la calle.

Así, en varias cofradías se han puesto en marcha iniciativas o se han retomado normativas que habían quedado un poco olvidadas respecto a las vestimentas de los hermanos o al comportamiento en determinados momentos.

Junto a las túnicas o hábitos, los zapatos son uno de los elementos en los que más se insiste en las cofradías, ya que son un distintivo de cada una de ellas. En unos casos se utilizan zapatillas, en otros zapatos oscuros e incluso hay quienes se decantan por sandalias.

Este año más de una cofradía ha avisado a sus hermanos de que, en caso de no llevar el calzado reglamentario, pueden ser rechazados a la hora de procesionar, al considerar que es un elemento clave. Así, las zapatillas del Santo Sepulcro deben ser «completamente blancas y es obligatorio el uso de hebillas», mientras que los hermanos del resto de cofradías suelen tener que llevar calzado oscuro, en la mayoría de ellas negro.

«En los últimos años hemos sido más permisivos, pero queremos aplicar los reglamentos que existen desde hace tiempo y hemos creado incluso una comisión para vigilar que la indumentaria de los hermanos sea correcta», explican desde Jesús Nazareno.

Lo mismo ocurre con las túnicas. La altura en muchos casos es diferente -algo que se podría pasar un poco por alto en el caso de los niños- a lo que se suman las diferentes tintadas de las telas o el estado en el que los hermanos las sacan a la calle. «Intentamos unificar todas las vestimentas, que las telas sean similares y que cada hermano se preocupe de salir perfecto, porque en procesiones en las que hay 900 cofrades por las calles de Palencia es imprescindible guardar una uniformidad», destacan desde la Vera Cruz. Y es que, en estos casos, el que más destaca no es precisamente el que cumple con la normativa.

Así, en la Cofradía del Santo Sepulcro se pretende que todos los hermanos lleven farol, por lo que han iniciado una campaña bajo el lema Penitente haz un esfuerzo, ilumina nuestro cuadro.

cargas. A la túnica se suman otros detalles a tener en cuenta como no llevar relojes ni joyas, intentar ocultar los piercing o evitar el uso de gafas de sol.

Otra de las cuestiones en las que se exige el mayor rigor a los hermanos es la de cargar los pasos. Para algunas cofradías es obligatorio hacerlo descalzo a la hora de llevar determinados pasos, mientras que en otras se deja a elección de cargador. Lo mismo ocurre con el capirote, que normalmente se lleva pero que, por comodidad, se permite eliminar en caso de cargar un paso o llevar una cruz a cuestas, para facilitar los movimientos.

Ángel Martínez. Pte. ‘Hermandad’: «Los detalles son la imagen de las cofradías en la calle»

«Llevamos muchos años trabajando para que los hermanos sean serios en sus comportamientos, vestimentas y actitud, ya que esos detalles son la imagen de las cofradías en la calle», destaca el presidente de la Hermandad de Cofradías de Semana Santa de Palencia, Ángel Martínez.

Hace referencia a aspectos como el calzado, las varas que portan los cofrades o el hecho de incorporar elementos nuevos para renovar otros más antiguos para demostrar que «lo que parece que no tiene importancia va configurando nuestras señas de identidad y el compromiso de cada uno de nosotros con las cofradías y con la ciudad».