«Cada vez estamos más cerca del nivel del resto de Europa»

María Herrero
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Ana Aguado, organista

Ana Aguado, joven organista palentina. - Foto: Sara Calleja

Orgullosa de ser palentina y de vivir de un instrumento patrimonio de esta provincia. Ana Aguado, es una de las pocas organistas profesionales de Palencia. Actualmente trabaja y estudia en Toulouse. También preside la Asociación Tadeo Ortega y ha sido directora y profesora del Proyecto Custodio, un curso de formación de organistas. El Festival de Órgano de la Provincia le trae de nuevo a tocar en su tierra. El próximo 17 de agosto estará en Mazariegos.

¿Cómo está resultando el Festival de Órgano este verano?

Este año gracias al Proyecto Custodio hay mucha más gente en los conciertos. Además, el festival de este año tiene nombres muy conocidos en el mundo entero dentro de esta profesión. La Diputación desarrolla un gran trabajo con este festival.

Para mí, es la decimocuarta vez que participo y me satisface mucho trabajar en mi provincia en este tipo de actos.

¿Qué es el Proyecto Custodio?

Es una iniciativa que hemos llevado adelante desde la Asociación Tadeo Ortega y la Fundación Francis Chapelet.

Hemos hecho un pequeño auditorio-taller en Abarca de Campos, donde tenemos la sede de la fundación y gracias a la subvención del Grupo de Acción Local Araduey-Campos, hemos desarrollado un curso para formar a la gente de la región y que se encarguen de mantener los órganos de la provincia. Se trata de que lo conserven tocándolo.

¿Cómo se ha desarrollado el curso?¿Qué tipo de actividades se han llevado a cabo?

El curso estaba pensado para 20 personas y se apuntaron unas 50. Muchos de ellos no sabían nada de música, pero se les ha dado clase a todos durante todos los fines de semana entre enero y junio de este año.

Ha habido varios profesores como Isabel Encina profesora del Conservatorio de Palencia, que impartió Lenguaje Musical, y cuatro profesores de Interpretación. También hemos realizado conferencias sobre Historia de la Música aplicada al órgano, sobre la naturaleza del instrumento y el cuidado que debe aplicarse al mismo, que impartió Joaquín  Luis, organero de Tordesillas.

Dado que ha funcionado tan bien, ¿tienen en mente otra edición?

Sí, estamos preparando ya la segunda, queremos abrir el plazo de inscripción. Empezaría entre septiembre y octubre. Es una iniciativa muy bonita que ha supuesto mucho esfuerzo gratificante para todos los que hemos participado en ella.

Es presidenta de la Asociacion Tadeo Ortega, ¿cuál es el fin y las actividades de la misma?.

La Asociación trabaja dentro de la Fundación Francis Chapelet. Su fin es la divulgación de la cultura organista y el intento de proteger el patrimonio de la zona. La actividad principalmente se concentra en verano, cuando se puede estar en las iglesias y hay más gente en los pueblos.

Vive y trabaja en Toulouse, ¿cuáles son las diferencias con España respecto a la profesión de organista?

Allí la profesión está pagada, si tocas en una misa te pagan. La situación laboral en una iglesia es totalmente diferente. En España no suelen cobrar por tocar en una misa y, sin embargo, es un trabajo como otro cualquiera para el que hay que estar formado.

Suerte que los conservatorios apoyan mucho las cátedras de órgano, en Palencia tenemos una plaza.

¿Cómo ve la situación actual de los organistas en España?

El nivel ha aumentado muchísimo en los últimos años. Ahora hay muchos más organistas. Estamos muy cerca del nivel del resto de Europa, aunque todavía nos queda un poco por recorrer.

¿Y en Palencia?

No hay muchos organistas pero gracias a actos como el Festival de Órgano, el público se interesa más. Además, la concentración de órganos de Palencia es muy densa. En pocos kilómetros cuadrados tenemos una cantidad de órganos enorme, sobre todo en Tierra de Campos y el Cerrato. La mayor parte son históricos del siglo XVIII. Tenemos bastante patrimonio y por eso hay tantas actividades.

¿Reciben ayudas para la organización de actividades o conciertos?

Con la crisis la ayuda es menor pero creo que este patrimonio no sólo lo tendrían que apoyar las instituciones públicas, todos deberían colaborar. Debería nacer alguna iniciativa por parte de entidades privadas.

Con más actividades, el público aumentaría. Animo a que acudan a estos actos, me encantaría ver las iglesias abarrotadas.