Los vecinos de Cillamayor ya pueden llamar a sus calles por su nombre. La Junta Vecinal en la última reunión aprobaba por unanimidad la propuesta de poner el nombre de Adrián González Revilla, a la calle donde reside la familia del fallecido en un atentado de ETA el 26 de julio de 1986.
El Guardia Civil González Revilla moría junto a otro compañero al hacer explosión una bomba trampa colocada en las inmediaciones de la casa cuartel de Arétxabaleta (Guipúzcoa).
Con respecto a este asunto los habitantes de Cillamayor acordaron además rendir un homenaje al vecino víctima de ETA. «Es una idea que llevamos pensando desde hace tiempo y estamos trabajando en ella. Adrián pasó parte de su infancia aquí y sigue teniendo familia que reside aquí, además del resto de familia que viene en vacaciones» señala el alcalde de la localidad, José María Roldán.
Por su parte, el Ayuntamiento de Barruelo, municipio al que pertenece Cillamayor dio el visto bueno a esta propuesta en el pleno celebrado esta semana.
Nombres de calles. Los nombres de las calles que se han elegido para este iniciativa «están vinculados con el pueblo, con su terminología o con los propios monumentos» aclara el alcalde. En este sentido la carretera que cruza la localidad se llamará Santa María la Real. La nomenclatura no solo se debe a la Iglesia del pueblo, sino también a parte de la historia. Hay estudios que señalan que Cillamayor fue el lugar donde los monjes del Monasterio de Santa María La Real exigían el pago de los diezmos, en productos agrícolas y ganaderos.
El Juncal, cuyo nombre se debe a la existencia de un dolmen en ese término. Calle Real, El Otero, La Picacera, Las Escuelas, Mirasol, San Roque son otros de los nombres elegidos, además de Calle La Iglesia, La Plazuela o El Río. Ahora ya sólo resta instalar la placa en el lugar que corresponde.