El invierno no es un obstáculo

Agencias
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La ONU augura la llegada a Europa de 600.000 refugiados entre noviembre y febrero y estima que 2015 se cerrará con un millón de demandantes de asilo en el Viejo Continente

 
 
La crisis migratoria que se vive en Europa y que está provocando importantes fracturas en el seno de la UE todavía no ha llegado a su punto álgido. Y es que todo hace prever que la masiva llegada de refugiados alcanzará su cota máxima en los próximos meses, a pesar de que el invierno está a punto de desembarcar y las gélidas temperaturas ya se sienten por la noche en países como Eslovenia o Croacia, donde miles de personas aguardan a cruzar las fronteras con destino a Austria y Alemania.
Según indicó ayer el portavoz del Alto Comisionado de la ONU (Acnur), William Spindler, de continuar con este ritmo de entradas, se cerrará 2015 con un millón de sin papeles en el Viejo Continente. De hecho, las cifras llegan a causar vértigo: «Tenemos que prepararnos para la posibilidad de que cerca de 5.000 inmigrantes sigan arribando cada día desde ahora hasta febrero del año que viene. Si éste fuera el caso, contemplamos la llegada de 600.000 ciudadanos entre noviembre y febrero de 2016», indicó al respecto.
Así, recalcó que a este ritmo, «pondría el número en más de un millón durante este año». Y es que alrededor de 760.000 personas han cruzado ya el Mediterráneo, principalmente hacia Grecia e Italia, tras huir de las guerras en Siria, Irak y Afganistán, así como de otros conflictos en África.
Esta cantidad cobra aún más fuerza si se tiene en cuenta que en todo 2014 llegaron al Viejo Continente un total de 216.000 inmigrantes por vía marítima buscando asilo, un dato equivalente al número de entradas durante el mes de octubre de este año.
«Si no tomamos las medidas necesarias, tememos que más gente muera debido a las duras condiciones del invierno en Europa. Ya hemos visto varios hundimientos en las costas helenas y no descartamos que los demandantes de asilo puedan morir en el camino entre Grecia y el centro y norte del continente», valoró Spindler.
En este ámbito, más de 3.400 irregulares han perdido la vida en naufragios en el Mare Nostrum y, sin ir más lejos, el último deceso, el de un niño, tuvo lugar ayer después de que su barca fuera a la deriva frente a la isla de Kos.
A estas previsiones se unen las que también realizó la Comisión Europea, que destacó que tres millones de refugiados más podrían llegar al continente hasta finales de 2017.
Las autoridades de Bruselas basaron sus estimaciones en los datos aportados por la Agencia de Protección de Fronteras (Frontex), que cifra en 710.000 los inmigrantes llegados entre enero y finales de septiembre. Un número considerablemente superior a los 282.000 que desembarcaron en el conjunto de 2014 y por lo que esperan que en 2016 y 2017 el dato se incremente mucho más.
 
Condiciones extremas. La situación sigue siendo complicada, especialmente en Grecia, puerta de entrada mayoritaria de los miles de sin papeles que buscan su oportunidad en Occidente. Por eso, el primer ministro heleno, Alexis Tsipras, admitió que el país es «incapaz» de enfrentarse a estas llegadas masivas.
En una visita a Lesbos, la isla que ha recibido un gran flujo de demandantes de asilo y donde las organizaciones humanitarias han condenado de «extremas» las condiciones en las que viven los refugiados, Tsipras consideró que «estamos luchando contra algo que está más allá de nuestras capacidades y todo el mundo debería saberlo».
El premier estuvo acompañado por el presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, y ambos vivieron en primera persona el drama de los inmigrantes.
«Tuvimos la mala suerte de ver un bote improvisado cuando íbamos de camino, lleno de refugiados», sostuvo el jefe del Ejecutivo de Atenas. «Es criminal», añadió. Por ello, consideró que «es imperativo que alcancemos un acuerdo con Turquía para detener los flujos objetivo de los traficantes», concluyó.
Y es que Grecia, que tiene importantes problemas de liquidez -Bruselas auguró ayer que la nación seguirá en recesión, como mínimo, hasta mediados del próximo año-, ha luchado por hacer frente a los cientos de miles de personas que han huido de la guerra y las adversidades en Oriente Próximo. De hecho, las ONG estiman que más de 601.000 han entrado en Europa a través del Estado heleno. Y que lo seguirán haciendo de forma masiva.