El secretario general del Sector Ferroviario y Servicios Turísticos de UGT de Castilla y León, Felipe de Diego, presentó ayer en Palencia el inicio de una campaña en defensa del servicio público que representa el ferrocarril y para evitar que se supriman algunas de las frecuencias que actualmente se prestan en la Comunidad. «Queremos que los usuarios se impliquen porque, si bien no se cerrarán líneas, sí se puede ver reducido su funcionamiento en zonas claves con población envejecida del mundo rural que necesita este tipo de transporte», apuntó.
La campaña reivindicativa consistirá en la recogida de firmas en las llegadas de trenes regionales de diversos puntos de Castilla y León con territorios que se pueden ver afectados por la supresión de servicios; concentraciones en estaciones de ferrocarril; propuestas en la reunión del Consejo Económico y Social (CES) para que la Junta actúe al respecto; y reuniones con grupos políticos de los ayuntamientos afectados para que aprueben mociones e insten a la Junta a que exija al Ministerio de Fomento no suprimir ningún servicio ferroviario.
De Diego explicó que el estudio realizado por el Ineco en torno a las líneas de ferrocarril españolas «es incompleto, insuficiente y poco correcto», ya que no se contabilizan los viajeros reales, como ocurre en trayectos cortos entre Palencia y Venta de Baños «donde el revisor no tiene tiempo de realizar una tarea de control», indicó. Además, el dirigente sindical sostuvo que si lo que se pretende es mantener población en el mundo rural «con este tipo de medidas de eliminar servicios públicos se hace un flaco favor, como ya ocurre con los recortes en la sanidad o la educación».
Igualmente, concretó que el déficit de explotación en las líneas anunciadas no se justifica porque hay viajeros suficientes y se produce en un transporte que tiene un impacto ecológico menor que otros, pudiéndose compensar en algunos puntos con trenes que oferten menos plazas. «Otro punto destacado es lograr que haya relaciones de viajes suficientes para trabajadores y estudiantes que necesitan del ferrocarril para poder llegar a sus puntos de destino en trayectos cortos», precisó. Finalmente, De Diego defendió que se mantengan todos los servicios de ferrocarril en la Comunidad porque el ciudadano «debe tener la libertad de elegir dónde puede ir y qué día sin depender de un transporte a la demanda». Además, recordó que se ha invertido mucho en que los trenes tengan una accesibilidad total, «máxime en una Comunidad con una población muy mayor y con discapacidades».
Por su parte, Ángel Miguel Santoyo, secretario provincial del Sector Ferroviario de UGT de Palencia, se refirió al problema surgido con el anuncio de un traslado de los talleres de Venta de Baños a Valladolid. «En este taller se ha preparado a gente para trabajos con amortiguadores y si se van 18 personas se añaden a otras que dejan de cotizar en su provincia y se suprime tejido industrial. También se dispone de una grúa-tren para las unidades que se puedan averiar en esta zona y se ha invertido en formación, por lo que vamos a seguir concentrándonos todos los viernes en la estación para que se mantenga el taller», dijo.