El pasado domingo, un total de veintiún participantes tuvieron la oportunidad de realizar la Ruta de los Menhires y los Casetos de la Lora, una excursión de carácter gratuito organizada y dirigida por los guías de la Cueva de los Franceses. Así, y aunque el tiempo no acompañó demasiado, los excursionistas pudieron disfrutar de una actividad al aire libre a través de la cual pudieron comprender la importancia que tuvo la Lora de Valdivia en la vida de los pueblos que habitaron esta comarca hace unos 5.000 años.
El recorrido se inició hacia las 10,30 horas de la mañana desde el aparcamiento de la cueva y se dirigió posteriormente hacia el Menhir de Canto Hito, el único de estos monumentos megalíticos que aún se mantiene en pie en esta zona y el más alto de toda la provincia de Palencia.
El guía explicó los entresijos de un menhir que ha sido objeto de numerosas especulaciones con respecto a su origen y utilidad y que, al parecer, se encuentra situado en un punto de interés telúrico o de concentración de energías magnéticas. De hecho, muchos de los ruteros abrazaron la piedra con la esperanza de sentir las fuerzas telúricas, aunque no hubo demasiada suerte. Antes de llegar a él, los participantes pudieron observar también Canto Hito II, una piedra de dimensiones menores que se encuentra ya derribada y, poco después, pasaron también por los menhires de Las Hogas I y II.
Frente al Menhir de Canto Hito, el más alto de la provincia de Palencia. - Foto: Andrea Benito Según explicó el guía, el objetivo de colocar estas monumentales piedras no era otro que indicar a los pastores trashumantes el mejor camino a seguir para dirigir a sus ovejas. Los excursionistas también pudieron acercarse a unos cuantos casetos con distintas formas que servían para resguardarse del viento y de la lluvia y que se encuentran dispersados por todo el páramo. Además pudieron ver las características de un terreno caracterizado por la presencia de dolinas, una especial depresión geológica característica de los relieves kársticos y en las que se dan unas condiciones idóneas para el pasto de los animales.
Finalmente, los caminantes llegaron hasta el Pozo de los Lobos, una peculiar estructura construida por nuestros antepasados y que servía para exterminar a esta especie animal que habitó hace años en la zona de La Lora. «La obsesión de los pastores por proteger a sus rebaños ha llevado a la desaparición de esta especie en la comarca de La Lora, un exterminio que, como todos, tiene numerosas consecuencias negativas y que ha provocando el crecimiento desorbitado del número de corzos en la comarca», explicó el guía. Desde allí, todos pudieron observar las preciosas vistas del valle de Valderredible y de los pueblos que conforman un territorio en el que se entremezclan las provincias de Palencia, Burgos y Cantabria.
A lo largo de la ruta, los participantes también pudieron aprender un poco más sobre las numerosas especies micológicas que siembran todo el páramo e incluso se toparon con varios insectos propios de la comarca norteña.
PRÓXIMA ACTIVIDAD. El guía agradeció la participación de todos los ruteros y les animó a participar en la próxima actividad que tendrá lugar en el mes de noviembre y que, precisamente, se centrará en la micología.
Aunque aún no se ha determinado la fecha en que tendrá lugar esta salida, que además tendrá que fijarse en función de las condiciones climatológicas, la excusión servirá para que los participantes adquieran unos conocimientos básicos con respecto a las distintas variedades de setas que se extienden por el páramo y las precauciones que se han de tomar antes de atreverse a consumir un manjar que puede ser tan delicioso como mortal.La actividad también será de carácter gratuito y estará dirigida por uno de los guías de la Cueva de los Franceses, espacio gestionado por la Diputación de Palencia.