Las piraguas son a Velilla como la cal a sus montañas y el carbón a su subsuelo. Mientras el deportista e ídolo más famoso de los niños en general es Cristiano Ronaldo o Leo Messi, en Velilla una palista les hace sombra. Es aquí donde el piragüismo y el deporte femenino se hacen poderosos en la localidad. Se trata de Mara Santos. La deportista velillense es un ídolo en la localidad e incluso da nombre al polideportivo municipal.
Son muchos los que han practicado alguna vez piragüismo en la zona alta del río Carrión. El Pantanillo, nombre con el que se conoce al embalse formado por la Presa de Villalba, en las inmediaciones de la Central Térmica de Iberdrola, siempre ha acogido a palistas practicando tanto en verano como en invierno, pese a las bajas temperaturas. Incluso, se han podido ver piraguas en los dos embalses que existen río arriba: Compuerto y Camporredondo.
En 1965 se celebró la primera regata en el Carrión, por entonces desde el Ayuntamiento se había promovido el deporte con diferentes cursillos y la fundación posterior de un club de piragüismo, los Delfines del Carrión. Todo era un poco improvisado por entonces, hasta que Gonzalo Santos, más conocido como Carri, creó en los años setenta el Club Fuentes Carrionas. Velillenses, guardenses y jóvenes provenientes de todas las localidades aledañas han practicado piragüismo en alguna de las embarcaciones de los dos clubs de piragüismo del pueblo.
Crisis. El Club Fuentes Carrionas triunfó, no solo compitieron en diferentes regatas a buen nivel, sino que los hijos de Carri llegaron aún más lejos, poco más se puede decir de Mara Santos que no lo digan sus títulos, pero no se quedaron atrás los chicos, Marcos Santos y Javier Santos también nombres conocidos en las diferentes competiciones de kayaking existentes. Sin embargo, en 2007 los Santos abandonaron Velilla y con ellos se llevaron las piraguas lejos de la localidad.
Como la cal a las montañas, es difícil extinguir un recurso tan abundante en una zona. Por iniciativa de tres antiguos alumnos de Santos en el Club Fuentes Carrionas, con ayuda del Ayuntamiento, volvió a haber piraguas en la localidad y nació un club con un nombre ya conocido, eran los Delfines del Carrión.
El desarrollo del equipo ha sido lento y en los primeros años, pese a que se realizaron algunos cursillos, el club no creció demasiado. La gestión ha cambiado, las pasadas fiestas de San Juan, en junio, se desarrollaron, en las diferentes categorías de edad existentes, las regatas del XVIII Campeonato de Piragüismo de Castilla y León, actividad que califican desde el club como «un éxito», lo que completan diciendo que «vinieron 140 palistas» . Estos resultados animan al Ayuntamiento a seguir comprometiéndose con el piragüismo.
Veintidós miembros, de los cuales practican asiduamente el piragüismo cinco personas, pero el club sigue creciendo a través de los cursillos de verano, aunque estos llaman más la atención a los veraneantes de las poblaciones de los alrededores como Besande (León).
En plena crisis de los deportes en España y Castilla y León por los recortes en las Administraciones y subvenciones, en Velilla renace el piragüismo gracias a las actividades de los Delfines del Carrión, que se mueven simplemente enamorados del veneno de la zona, entre el Puente Romano, bajo la pasarela nueva, en los dominios de la CentralTérmica y hasta la presa. «El mejor entorno que puedes encontrar, sobre todo para iniciarse en aguas tranquilas, el único pero es que el agua es un poco fría», aseguran desde el club.
Conseguir que en las aguas del Carrión, donde el carbón tizna su cara, vuelva a surgir una Mara Santos es muy difícil, posiblemente es tan difícil como en cualquier otro lugar, porque no será fácil igualar sus marcas. Sin embargo, los Delfines empiezan a competir y algunos de ellos a ganar premios, como Julio, tercero en el Alto Ebro o Salvador, infantil segundo en Palencia y tercero en el Campeonato Regional de Velilla,
«Como ocio a la gente le gusta el piragüismo, como deporte es muy sufrido y no se puede compatibilizar siempre con el trabajo», dicen los Delfines.
Duros inviernos y frescos veranos en un río frío de por sí, la pasión puede superar y para esto están los Delfines, recuperando algo que se creía perdido.
Hasta ahora en Velilla se decía «Mamá, quiero ser como Mara», a lo mejor un día los niños dicen: «Papá, yo quiero ser como Salvador». Todo es empezar, probar y crear un grupo «de 4 ó 5 chavales que salgan juntos y cojan afición».