Todos para uno y uno para todos. Los productos gastronómicos del Cerrato Palentino tienen la misma esencia que los de la provincia. ¿Por qué no, entonces, sumar esfuerzos? Baltanás vivió ayer su particular 2x1. La feria Un buen rato en el Cerrato, creada en 2011 con el compromiso de celebrarla cada año el último sábado de julio, se unió a la Muestra Alimentaria que organiza la Diputación Provincial para dar a conocer los productos de Alimentos de Palencia. El resultado de esa suma fue una jornada festiva y muy concurrida en el municipio baltanasiego. En total, 23 expositores de alimentos y artesanía centraron una muestra en la que se lanzó un mensaje claro: la calidad.
La feria abrió sus puertas en torno a las 11 de la mañana y, hasta la inauguración, fue el momento de los baltanasiegos. «Yo voy derecho a comprar morcilla de Villada», comentaba un vecino, que ojeaba entre los puestos tratando de localizar su objetivo. Y es que tener los productos más suculentos del mercado palentino a las puertas de casa es una ocasión que hay que aprovechar. Pero la tranquilidad duró poco y, enseguida, el centro de la localidad se convirtió en un hervidero. «Siempre sucede que, cuando hay ferias de este tipo, se reciben más visitas de personas de localidades vecinas, pero hoy lo hemos notado especialmente. Unir ambas ferias ha sido acertado, porque la oferta ha sido mucho más completa y variada», señalaba la alcaldesa, María José de la Fuente, que a lo largo de la mañana estuvo acompañada de autoridades como el presidente de la Diputación, José María Hernández, y otros alcaldes de localidades colindantes, a los que más tarde se sumaron los socialistas Miriam Andrés y Julio López.
Tras la inauguración oficial a las 12 del mediodía, la plaza de España se convirtió en un pequeño laboratorio de artesanía. Allí se celebraron los talleres organizados en colaboración con el Cetece para divulgar los métodos de elaboración de productos como el pan, la repostería o las tapas más suculentas. Ya por la noche, el concierto de Mayalde puso el broche final a este domingo especial para los baltanasiegos.
Cerrato. Integradas en la Muestra Alimentaria, las actividades de la feria Un buen rato en el Cerrato pasaron más desapercibidas que en la anterior edición, pero sin embargo se beneficiaron del aluvión de visitantes.
El Museo del Cerrato Castellano se convirtió, un año más, en el gran escaparate de las maravillas aún por descubrir de esta comarca del sur de Palencia. La jornada fue el marco perfecto para visitar este centro y presentar los libros Aves del Cerrato y Rutas por el Cerrato y las video-guías editadas por ADRI Cerrato Palentino.
Pero, más allá de los actos institucionales, el Cerrato tuvo en los propios cerrateños sus mejores divulgadores. Por un lado, la Asociación Turismo Cerrato ejerció de anfitriona ofreciendo información y haciendo de guía por la localidad y el museo. Y, por otro, las voluntarias europeas Valeria y Chloe, de Italia y Francia, que desde el pasado mes de junio conviven en el municipio como dos baltanasiegas más.