0 PLÁSTICOS MAGONSA VILLAMURIEL: Íker, Fran Honti, Rubio, Víctor, Chema, Jesús, Obeso, (Abril, 60’), Tuco, Dani, Jorge (Celada, 70’), y Fran (Domingo, 82’).
0 RAUDENSE: Rodero, (Eneko, 58), Roberto, (Beni, 55’), Fran, Rubén, Isidro, Borja, Mati, Omar, Pachi, Luisillo y Cabestrero, (Álvaro, 75’).
árbitro
Éder Mallo Fernández, leonés. Mostró amarillas a los locales Sergio, Tuco y Jesús y a los visitantes Borja, Beni y Omar. Amarilla también para el delegado cerrateño, Jonathan, y el entrenador visitante, Javier Hergueta. Roja para el técnico palentino, Francis Olea, que abandonó el campo visiblemente contrariado dado que no hizo absolutamente nada para ver la cartulina, confundiéndose el colegiado con otra persona.
incidencias
Municipal Rafael Vázquez Sedano, con una buena presencia de espectadores, algunos de ellos llegados desde la localidad burgalesa de Roa.
Lectura negativa: Plásticos Magonsa Villamuriel perdió el liderato a manos del Sotillo. Lecturas positivas: los cerrateños, están segundos con un partido menos que el cuadro abulense, se encuentran en puesto de ascenso a Tercera División y es el único equipo del Grupo A que no conoce la derrota, siendo además la defensa menos goleada de la competición.
Dice una ley del fútbol que cuando no se puede ganar, lo mejor es conservar lo que se tiene, el empate, y Plásticos Magonsa Villamuriel la cumplió. El de ayer no fue precisamente el mejor encuentro de los cerrateños en esta temporada. Los rivales ya le miran de otra forma, juegan con muchas más precauciones, le tienen más estudiado. Es el precio que se paga cuando estás en lo alto de la tabla. El Villamuriel ha pasado en esta temporada de tener un papel secundario, de actor de reparto, a ser el gran protagonista de la película y eso tiene su cara buena, la de disfrutar de este maravilloso momento, pero también la mala, el que todos sus rivales le jueguen con mucha intensidad.
El Raudense, que en el primer partido ante el Venta de Baños, cuando la liga no había hecho más que arrancar, era un coladero defensivo, ayer se mostró como un equipo sólido en la zaga, con las líneas muy juntas, con sentido colectivo y sabiendo dónde y cómo tenía que tapar la vías de ataque de los palentinos. Plásticos Magonsa Villamuriel tenía más el balón, e incluso tuvo fases de buen juego, pero la realidad fue que no llegó con mucha claridad al marco del cuadro burgalés.
Curiosamente, fue el Raudense el que gozó de más ocasiones claras de gol, aprovechando sus contras, pero Íker realizó dos paradas de mucho mérito, evitando una situación más complicada. Cuando los dos equipos daban por bueno el empate, que puede considerarse merecido, porque uno puso el juego y el otro las mejores ocasiones, llegó la mejor oportunidad para el Plásticos Magonsa Villamuriel ya en tiempo de descuento, cuando el remate del recién incorporado Domingo se fue al larguero. Los equipos fuertes, cuando juegan bien ganan y cuando lo hacen regular, empatan. El Villamuriel es uno de esos.