De virtual, a matemática

Alberto Moreno
-

1 VILLAMURIEL

Alberto

Héctor

(70’ Sáez)

Kike

(27’ Jesús) (A)

VíctorçRubio

Tuco

César Simón

(68’ Dani)

Fer

Marcos

Javichi (A)

Aitor (A)

 

1 MIRANDÉS B

Moussa

Asier (A)

Jon

Dani

Samu (A)

Andrés

Álex (A)

(66’ Raúl)

Unai

(87’ Javi)

Míkel

Carri

Álvaro

 

arbitro

Arias Rodríguez, asistido por García Pérez y Gómez Álvarez. Leonés.

goles

1-0, minuto 70: Javichi, de disparo cruzado, sorprendiendo a Moussa. 1-1, minuto 72: Falta de entendimiento entre Alberto, que pide el balón, y la defensa, que despeja corto el balón para que Raúl marque desde larga distancia con el portal vacío.

campo

Rafael Vázquez Sedano. El técnico cerrateño, Francis Olea, se quedó en la rueda de prensa posterior al encuentro de su estado, aunque cierto es que ha mejorado en relación a anteriores partidos. Buena presencia de espectadores en la gradas, despidiendo a su equipo con una ovación. Se guardó un emotivo

La permanencia, aunque las matemáticas no lo confirmen, es un hecho, ya lo era virtualmente antes del partido de ayer y ahora lo es un punto más, el 38. Para un equipo recién ascendido alcanzarlo en el mes de marzo supone un mérito enorme. Pero Olea, el entrenador del Plásticos Magonsa Villamuriel, quiere más y ha marcado un reto a sus jugadores: quedar entre los diez primeros, en el primer panel de la general. Sería poner la nota de matrícula de honor a una campaña que ya tiene la calificación de sobresaliente.

Sabe que una vez alcanzado el logro, después de un enorme buen trabajo de todos, jugadores, técnicos, directivos y afición, es humano tender a la relajación y ello puede provocar afear una temporada histórica. Es una manera de motivar a sus jugadores frente a equipos que se juegan en estas últimas jornadas el todo, como era el caso ayer del Mirandés B.

Lo del filial rojillo es sorprendente.Llegó a ser líder de la liga en la jornada cinco y ahora está en puestos de descenso. Sorprendió a todos inicialmente con ese particular sistema de línea defensiva de 3, pero le han cogido el truco. Tanto, que ese arma que le valió muchos puntos al inicio de la liga se ha convertido en suicidio. «Así juega el primer equipo», argumentan, pero lo cierto es que ahora aprieta la general y, cuando menos ayer, ha tenido que utilizar la más armónica línea de cuatro.

Si empezó ante el Plásticos Magonsa Villamuriel jugando con tres atrás, pero el cuadro local, sabedor de esa particular dibujo colocó a dos jugadores pegados a la banda y una referencia arriba, buscando los uno contra uno con la habilidad y velocidad de sus puntas. El Mirandés B rectificó de inmediato con la línea de cuatro y el partido entró en una fase de igualdad, pero también atonía.

Se esperaba un Mirandés B intenso, jugando en campo contrario, presionando hasta la saciedad, pero se mostró con muchas reservas, con miedo al fallo y la derrota. Es difícil llevar su situación con un equipo tan joven. Se encontró con un Plásticos Magonsa Villamuriel, tan firme en defensa como espeso en ataque, por lo que el partido, especialmente en la primera mitad, fue como el propio técnico local calificó «un tostón». Salvo un tirito de Andrés, que atajó sin problemas Alberto, no hubo disparos en este primer acto entre los tres palos. El único sobresalto fue el de la lesión de Kike, el chico para todo que por necesidad del guión actuó de lateral izquierdo y que se lesionó antes de la media hora, entrando en su lugar Jesús, también renqueante por una lesión.

La segunda parte fue parecida, aunque cuando menos hubo más llegadas, no muchas más. El partido se desarrollaba en el centro del campo, donde el juego estaba dividido. Los jugadores ofensivos de ambos equipos apenas entraban en juego. Ni siquiera al palentino del Mirandés B Míkel le dieron muchas opciones. El partido se perfilaba claramente hacia un empate sin goles, pero surgió la genialidad, la magia sacada de la chistera de Javichi, que logró marcar a los 70 minutos en un disparo cruzado. Era el primer lanzamiento con cierto peligro local. Poco antes llegaba el único visitante en un saque de esquina lanzado directamente por Unai logrando salvar Alberto en el primer palo.

Plásticos Magonsa Villamuriel había hecho lo más difícil, adelantarse en el marcador, pero la alegría duró muy poco, menos de dos minutos. Un gol además regalado, en una falta de entendimiento entre el guardameta y la defensa local. Raúl, que pasaba por ahí, lograba el empate. Tal como se estaba desarrollando el encuentro sólo una genialidad, la de Javichi, o un error podían acabar en gol.

El Mirandés B dio por bueno el empate, cuando en teoría necesita sumar de tres en tres para salir de su situación. Empujó más el cuadro cerrateño en los minutos finales del encuentro, pero con más corazón que sentido, salvo en una acción de Aitor, que mandó a las manos del portero visitante cuando estaba libre de marca. Un punto para cada equipo en un partido que no fue brillante.

Francis Olea sabe que una vez que la permanencia es casi un hecho, su equipo podría caer en la tentación de dejarse ir y por ello les ha puesto un nuevo reto, quedar entre los diez primeros. «Para un equipo recién ascendido lograr la salvación en el mes de marzo tiene un mérito enorme, pero quedar entre los diez primeros sería magnífico, está a nuestro alcance. No queremos acabar la temporada con una mala sensación, aunque esté siendo magnífica», recalca un Francis Olea un tanto enfadado con el juego de su equipo.

En torno al encuentro señala que «ha sido un paso más hacia salvación, pero un paso atrás en ese objetivo que nos hemos marcado.La primera parte, la verdad, ha sido un tostón. Tampoco es que el campo ayude mucho, la verdad. En la segunda parte estuvimos mejor, fuimos a por el triunfo, hicimos lo difícil, que era marcar, y luego pecamos de ingenuos encajado el gol de inmediato».