Beneficios de jugar a yoga en familia

Elena García
-

El 'Centro de Yoga Anahata' de Matamorisca ofrece la posibilidad a padres e hijos de practicar esta técnica de forma conjunta. Los pequeños aprenden a través del juego

Padres e hijos en una de las últimas sesiones de ‘Yoga en familia’ dedicada al circo - Foto: DP

Uno de los inconvenientes con los que se encuentran en muchas ocasiones los padres que quieren realizar actividades en familia, es que apenas existen. Sin embargo los progenitores demandan cada vez más propuestas para realizar junto a sus hijos, sobre todo si son pequeños.  

Los padres y madres de la Montaña Palentina tienen varias posibilidades una de ellas es la práctica de yoga. En la localidad de Matamorisca se encuentra un  centro que imparte esta ciencia los últimos domingos de cada mes. Son dos sesiones de yoga en familia,  una a partir de las 10,30 horas dirigida a niños de hasta 8 años y otra a partir de las 12,00 horas para escolares de 8 a 12 años. Aquí padres e hijos juegan y se familiarizan con esta técnica milenaria a través del juego. Los indios americanos, el safari, la playa,el circo, la India, Egipto o el mundo submarino son parte de la temática elegida por la responsable y profesora de Anahata, Centro de Yoga y Bienestar, Natascha Sas para jugar a yoga con los niños..

Diversión. Cada vez más expertos en educación consideran el juego como un elemento fundamental para el aprendizaje, sobre todo de los más pequeños. Respecto a esto,  Natascha Sas enseña yoga a los niños «a través de divertidas y diversas actividades, los más pequeños junto a sus padres aprenden a trabajar con su cuerpo, manteniendo el equilibrio y la estabilidad. Se trabaja la respiración y sobre todo presto mucha atención a las visualizaciones y la creatividad», explica la profesora. Además asegura que el yoga favorece la concentración, la confianza, la coordinación y la atención, lo que trae consigo un mayor rendimiento escolar. «Jugar al yoga junto a los hijos es pasar un tiempo de calidad juntos, donde se tiene la oportunidad de sonreír, descubrir, ayudar y relajarse en familia, beneficia a todos. No hay muchas actividades para hacer junto a nuestros hijos y necesitamos pasar más tiempo con ellos para que puedan crecer seguras y felices» insiste. Además en estos talleres los padres aprenden técnicas que pueden practicar en casa.

Las sesiones que se prolongan durante una hora y media permite a las familias interactuar entre ellos, hacer ejercicio físico, mental pero sobre todo lo que les garantiza estas particulares clases de yoga es diversión. Además al término de las mismas el centro ofrece un desayuno natural y enérgetico para todos los asistentes elaborados de forma artesanal por la propia profesora.