La capital palentina es la más ruidosa de todas las que se han sometido al estudio de la Junta de Castilla y León para la elaboración del Mapa de Ruidos de Castilla y León.
Dicho informe señala que Burgos y Palencia registran los porcentajes más altos de población afectada por ruidos considerados moderados durante la noche.
En concreto, este Mapa de Ruidos al que se ha sometido 12 de las 15 poblaciones de más de 20.000 habitantes de Castilla y León señala que el 34,44% de la población de la capital palentina debe enfrentarse durante la noche a niveles de ruido considerados moderados para esas horas. En Burgos, ese porcentaje alcanza el 28,9 %. Por el contrario, el nivel más bajo de Castilla y León se da en Laguna de Duero con apenas un 10,22% de la población afectada.
Dicho estudio, al que no se han sometido los municipios de Valladolid, León y Miranda de Ebro, sitúa a Palencia también como uno de los municipios más ruidosos durante el día, aunque lo cierto es que, al subir el baremo de lo que se considera un ruido moderado durante las horas de actividad, la población afectada cae notablemente.
Así, por las mañanas, mientras en Burgos se ha determinado que el 13,7% de la población está afectada por niveles de ruido moderados, en Palencia el porcentaje se queda en el 12,5%.
Ambas capitales de provincia destacan también por la tarde, con un 13,46 y un 12,13%, respectivamente, de su población afectada por niveles sonoros moderados. El nivel más bajo durante el día vuelve a recaer en Laguna de Duero, con apenas un 3,55% de su población sometida a estos niveles de ruido.
En conjunto y atendiendo a la media, los vecinos de Burgos y de Palencia son los que precisamente más ruido soportan: El 23,15 % de los ciudadanos de Burgos están afectados por el ruido, lo mismo que un 26,96% de los residentes en Palencia.
En la Región. En conjunto, de la afección acústica estimada en función del período horario del día, se concluye que durante la noche es cuando existe un mayor grado de contaminación, registrándose valores medios en los doce mapas del 21,55% de población afectada para este periodo, disminuyendo la afección al 8,63 y 8,42% durante el día y la tarde, respectivamente.
De la diagnosis global de los mapas se deduce que el foco de ruido predominante en todos los municipios estudiados es el del debido al tráfico rodado, siendo la afección debida al resto de focos sonoros contemplados (tráfico ferroviario, tráfico aeroportuario -en caso de haberlo- y actividades industriales) mucho menos relevante.
En estos mapas de ruido no se contemplan otros emisores acústicos, como pudieran ser las actividades domésticas, el comportamiento vecinal, o la actividad laboral, por citar algunos. Tampoco se ha tenido en cuenta el impacto acústico de eventos puntuales o transitorios.
Por esto, si se compara la afección acústica estimada entre los doce municipios estudiados, se aprecia que la tendencia es que el grado de contaminación sea, en general, mayor cuanto más poblado está el municipio, como consecuencia de los hábitos de movilidad de la población -mayor dependencia del transporte privado y mayores distancias de desplazamiento- y de la morfología y la estructura de la aglomeración -mayor número de vías con alta densidad de tráfico rodado y mayor actividad en el municipio-.
Hasta hace unos años, no existía una metodología estandarizada para elaborar mapas de ruido y obtener estadísticas de población afectada, por lo que ha sido imposible comparar la calidad acústica de distintos municipios o países. Con este fin, la Unión Europea promulgó la Directiva sobre evaluación y gestión del ruido ambiental, en la que se establecen criterios y métodos comunes en la evaluación del ruido ambiental y en la difusión de la información.
Utilidad. El objetivo principal que se persigue con la elaboración del mapa de ruido es disponer de una herramienta que permita realizar diagnósticos de la contaminación acústica del municipio por ruido ambiental, planificar y controlar la contaminación acústica y proponer las actuaciones correctoras y preventivas correspondientes, dándoles forma de Plan de Acción.
Estos mapas de ruido pretenden ser una herramienta de prevención y control de la contaminación acústica, que en combinación con otras actuaciones municipales de control acústico en la edificación y de control acústico de actividades y emisores acústicos, permita una gestión eficiente de la problemática de la contaminación acústica en los municipios.