Cientos de personas de varias localidades palentinas y de otros puntos de la región se acercaron ayer al Santuario de la Virgen de Valdesalce para asistir a la Coronación Canónica de la patrona de Torquemada, que se celebró en la explanada anexa al templo.

Desde primera hora de la mañana fueron llegando hasta este lugar las quince Vírgenes procedentes de otras tantas localidades palentinas que quisieron acompañar a la de Valdesalce en una jornada tan especial. Así, a los pies del altar instalado en una carpa para la ocasión y frente a los cientos de palentinos que acudieron hasta allí, descansaron las imágenes de las Vírgenes del Castillo, de Autillo de Campos; de Valderrobejo, de Villalaco; del Rosario, de Palacios del Alcor; de Revilla, de Baltanás; del Olmo, de Valdeolmillos; de Garón, de Antigüedad; del Consuelo, de Fuentes de Valdepero;  y la de Belvis, de Hornillos de Cerrato.

También la Virgen de la Calle, de la capital palentina; de Allende el Río, de Palenzuela; del Brezo, de Villafría de la Peña, de la Piedad, de Herrera de Pisuerga; de Ronte, de Osorno; de Carejas, de Paredes de Nava y del Llano, de Aguilar de Campoo.

También desde primera hora, los que no quisieron perderse este evento que aúna la religiosidad con un momento festivo, fueron llegando hasta la campa (muchos de ellos andando) donde ya había instaladas varias hileras de sillas, aunque algunos de los asistentes llevaron la suya propia para garantizarse un buen sitio desde el que ver la Coronación.

Además, los fieles también quisieron saludar a la Virgen de Valdesalce antes de abandonar su santuario. Fue a las 12 horas en punto, cuando del interior del templo salió la procesión en la que participaron los Danzantes de Valdesalce, que abrieron paso a la imagen de la Madre hasta el altar, cargada a hombro por seis cofrades. Tras ella, varias mujeres con mantilla, una treintena de sacerdotes  y el obispo de la Diócesis de Palencia, Esteban Escudero Torres.

Así, la imagen de la Virgen y el altar se situaron en la parte alta de la explanada, lo que permitió a los fieles contemplar el momento de la Coronación y seguir atentos la ceremonia.

 

respuesta a la petición. En primer lugar, se procedió a la lectura del acta por el que se aprobaba la Coronación Canónica, en la que el escrito del obispo recordaba que «la veneración de imágenes se manifiesta con la colocación sobre su cabeza de una corona Regia». Asimismo, explicó a los presentes que este acto data del Concilio de Éfeso y se propagó en el siglo XVI, como un símbolo de la piedad popular. Hubo palabras de reconocimiento para Carlos González, rector del Santuario, la Cofradía y los vecinos de Torquemada y de otras localidades que apoyaron la petición de la coronación.

Ya durante su sermón, el obispo palentino afirmó que «el pueblo castellano tiene una profunda devoción y una fe enraizada» y explicó los tres significados de la Coronación Canónica. Escudero contó a los presentes que se proclama Reina a la Virgen «por ser la madre de Cristo, Rey del Universo» y matizó que «no es una reinado político sino espiritual, de Verdad, Justicia y Paz». También afirmó que «Dios Padre corona al Hijo y también a su madre porque se hace esclava del Señor y por haber cumplido libremente la voluntad de Dios».

Finalmente, aseguró que los cristianos deben seguir los pasos de la Virgen  y habló de la humildad: «Hay que ser humildes para ser Hijos predilectos de Dios» y de la necesidad de preguntarle cada día «¿Qué quieres de mí?», y pidió a los asistentes que reflexionaran sobre estas cuestiones en una jornada como la de ayer.

El obispo de la Diócesis procedió a la bendición de la Corona y a colocar la misma sobre la cabeza de la Virgen, algo que fue recibido con muestras de alegría por parte de los asistentes a este acto, que respondieron con un sentido aplauso.  Una vez finalizada la eucaristía, los torquemadinos y visitantes disfrutaron de una comida campestre aprovechando el buen tiempo.

 

Nueve coronaciones