Alrededor de 1.500 ovejas merinas y un centenar de ejemplares de caprino llegaron hoy a tierras palentinas procedentes de Riaño (León) en su camino de regreso a la Comunidad de Madrid, ganado que participa en el Proyecto 2001, que sirve para reclamar la recuperación del patrimonio de vías pecuarias y en el que están implicados la Asociación Trashumancia y Naturaleza, el Concejo de la Mesta y la Fundación MAVA, entidad suiza para el desarrollo sostenible y la conservación de la Naturaleza.
Guiado por un pastor, que contaba con el apoyo inestimable de cuatro personas, un vehículo de aprovisionamiento y varios perros mastines, el ganado se acercó hasta el puente Don Guarín, para dirigirse al sur. Las ovejas y cabras han pastoreado este verano por diferentes zonas del norte leonés al objeto de recuperar el camino hacia los Picos de Europa. El rebaño procedía de Villanueva del Pardillo, y a finales de mayo se dirigió con sus pastores hacia las montañas del norte, atravesando la sierra del Guadarrama por el Collado del Arcipreste, entrando desde allí a Castilla y León, para recorrer durante todo el mes de junio, alrededor de 400 kilómetros por las cañadas leonesa oriental y leonesa occidental. En Valdeprados (Segovia) cruzaron la Cañada Real Soriana Occidental, en Medina del Campo (Valladolid) la Cañada Real Burgalesa y en Bustillo del Páramo la Cañada Real Burgalesa y en Bustillo del Páramo el Camino de Santiago. Ahora, tras el verano, están realizando el camino de regreso después de haber permanecido durante el verano en las laderas del pico Espigüete (2.450 metros de altitud), entre el Parque Nacional de Picos de Europa y el Parque Regional de la Montaña Palentina, donde han permanecido hasta ahora.
EL OBJETIVO. La Asociación Trashumancia y Naturaleza nació en 1997 para ayudar a las familias ganaderas y con su actividad ha logrado, desde entonces, recuperar el tránsito de alrededor de 200.000 ovejas, cabras, vacas y caballos por toda la Península Ibérica.
El paso hoy del ganado por la zona de Grijota fue toda una nota de color teniendo en cuenta el número de cabezas que caminaban junto a las vías de servicio de la C-615 (Palencia-Guardo), lo que hizo las delicias de un buen número de curiosos.