Denuncian el envenenamiento de 15 perros en el centro de acogida

ALBERTO ABASCAL
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La 'Asociación Defensa Animal Palentina' gestiona las instalaciones que albergan a 140 canes y 30 felinos. Su presidenta señala que trabajadores y voluntarios han sufrido daños y actos vandálicos en sus vehículos

Imagen de las instalaciones que gestiona la ‘Asociación Defensa Animal Palentina’ y donde, al parecer, se han producido casos de envenamiento de 15 perros y un gato. - Foto: EVA GARRIDO

Los envenenamientos de perros y gatos han vuelto a la palestra. La Asociación Defensa Animal Palentina que gestiona actualmente el centro de acogida para animales abandonados, ubicado en los Depósitos de Ramírez, kilómetro 2 de la carretera de Autilla, anunció ayer a través de Diario Palentino, que interpondrán una denuncia ante el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) por la muerte de 15 perros, el último el pasado lunes, y un gato supuestamente envenenados en el propio recinto de acogida capitalino.

Y la cosa no quedará ahí puesto que la presidenta del colectivo, Raquel Mínguez Recio, declaró a este periódico que han denunciado ya ante las Fuerzas de Seguridad actos vandálicos como el pinchazo de ruedas y daños en vehículos de voluntarios y trabajadores del centro, así como destrozos en la verja de la zona trasera y en el cableado del alumbrado.

AÑO Y MEDIO. «Llevamos padeciendo esta situación desde hace un año y medio aproximadamente, y hemos decidido interponer una denuncia por todos los casos registrados ante el Seprona puesto que son muy graves», lamentó Raquel Mínguez.

La Asociación Defensa Animal Palentina gestiona actualmente el centro de acogida donde hay unos 140 perros de todas las razas, además de 30 gatos, «y ya tenemos constancia de 15 canes y un felino muertos en este periodo de tiempo. Estamos a la espera de contar con todos los informes veterinarios, especialmente los realizados por la Clínica Veterinaria Argos de Palencia, que nos ha llevado un buen número de casos».

La máxima responsable de la Asociación mantuvo en declaraciones a este periódico que los supuestos envenenamientos se han producido de dos formas: con raticida y con estricnina, un alcaloide que se utiliza habitualmente como pesticida para matar pequeños vertebrados.

«Por la sintomatología que presentaban los animales, algunos de ellos han muerto como consecuencia de una hemorragia interna (típico envenenamiento con raticidas), mientras que otros sufrieron fuertes convulsiones, lo que podría indicar el uso de la estricnina», relató Raquel Mínguez, además de concretar que lograron localizar en el interior de las instalaciones  un trozo de papel de aluminio con supuesto veneno, aunque los informes periciales realizados no pudieron concretar ni sustancia ni huellas.

VIGILANCIA. La máxima responsable del centro de acogida de animales sospecha que el supuesto autor o autores de los hechos «nos deben conocer muy bien porque durante este tiempo las 15 personas que estamos aquí, entre trabajadores y voluntarios, hemos mantenido una vigilancia estrecha y no hemos podido dar hasta ahora con ellos».

Asimismo, sospecha que introducen los venenos a través de la verja porque se encuentra a poca altura «y alguien con mucha pericia puede entrar».

Preguntada si estos casos de supuesto envenenamiento pudieran tener relación con los registrados en distintos parques de la capital en 2010, la máxima responsable de la Asociación Defensa Animal Palentina aseguró que lo desconoce, «pero tiene que ser alguien que conoce muy bien nuestras costumbres».

ARCHIVO DE LA CAUSA.

El Juzgado Número 1 de Palencia dictó en septiembre de 2012 un auto, al que tuvo acceso DP, por el que se decretó el sobreseimiento de las diligencias de investigación abiertas a raíz de los casos de envenenamiento de perros por carbofurano, un pesticida prohibido por la UE, localizados en distintos parques de la capital en primavera y verano de 2010. El juez subrayaba en el auto que a lo largo de la investigación judicial se constató que los hechos investigados «son constitutivos de infracción penal, si bien no existen motivos suficientes para atribuir su perpetración a persona alguna determinada».

 Los afectados llegaron a reunir unas 8.000 firmas que fueron entregadas al Procurador del Común para que mediara y exigiera al Ayuntamiento de la capital el cumplimiento de la normativa regional y local que establece que la ciudad debe tener espacios habilitados para el esparcimiento de los canes.

El Ayuntamiento de Palencia y organizaciones conservacionistas como Ecologistas en Acción estaban personados en las diligencias abiertas por estos envenenamientos, que ocasionaron la muerte de, al menos, una decena de canes.