Los errores en defensa y la falta de acierto de cara a puerta pasaron factura al Club Deportivo Mirandés B, que terminó cayendo en casa por 1-2 ante el Plásticos Magonsa Villamuriel, equipo palentino recién ascendido que sin hacer un gran partido supo aprovechar los fallos de los rojillos para llevarse el encuentro.
Al Mirandés B le costó encontrar su sitio, coger el ritmo, y de hecho en ningún momento llegó a dominar el choque. En la primera mitad, solo consiguió acercarse dos veces a la meta defendida por Sevi. La primera, en el minuto 7 cuando el palentino que milita en el equipo burgalés, Mikel Prieto (ex del Cristo), lanzó a puerta un disparo que se fue alto, y poco después, tras una buena jugada de combinación, la bola llegaba a los pies de Raúl y finalmente se la ganaba el portero.
A los rojillos les faltaba chispa, y el equipo palentino lo supo aprovechar. En un mal despeje de la defensa local, la bola le cayó a Marcos Belerda que, desde el lateral disparó de forma cruzada, batiendo a Sergio. Ese primer gol de los visitantes subió al marcador en el minuto 19. Lo peor para los locales fue que tras el mazazo faltó reacción por parte del Mirandés B, que no dio sensación de peligro. Y los cerrateños, que tenían el marcador a su favor, jugaban sin prisas.
Tras el descanso, más de lo mismo, un equipo filial sin ganas, pero que poco a poco fue despertando ante la presión que ejercía el Villamuriel. Tanto Álvaro como Mikel pudieron empatar el encuentro en sendos disparos que atajó Sevi sin problemas. En la siguiente ocasión, Mikel no falló. Un centro de Raúl le dio la oportunidad de batir al guardameta visitante y poner el 1-1 en el marcador.
A partir de ese momento, sin ser brillante, el Mirandés B disputó sus mejores minutos, con mucha más presión arriba y más ritmo. Pero de nuevo los errores en defensa a punto estuvieron de condenar a los locales, con un disparo de Aitor (que entró al terreno de juego sustituyendo a Pablo a cuarto de hora del final)que pegó en el larguero.
Era el primer aviso del Villamuriel, que no se rendía y quería llevarse los tres puntos a casa. Finalmente, en el minuto 89 y sin tiempo apenas para la reacción, llegó el gol de la victoria para los verdes. Aitor aprovechó un mal despeje para marcar el 1-2 definitivo.
Con el resultado de ayer, el Mirandés sumó su cuarta derrota de la temporada. El próximo fin de semana vuelve a jugar en casa y recibe al Numancia B. Los palentinos, por su parte, con una nueva victoria lejos de casa (tres de sus cuatro triunfos los han celebrado los de Francis Olea como visitantes), regresan al Rafael Vázquez el próximo sábado, donde recibirán la visita del Spórting Uxama. Olea ya podrá sentarse en su banquillo tras cumplir la sanción.