La lluvia y el viento no pudieron ayer con la ilusión por mantener la Feria de Ganado Caballar, que junto a la de Ganado Vacuno que se realiza en agosto, son las dos únicas citas feriales de esas características que aún perviven en la provincia.
Doce ganaderías acudieron a La Campa de San Salvador de Cantamuda para exhibir un total de 400 cabezas de ganado equino procedentes de la localidad, Camasobres, San Juan y Santa María de Redondo, Piedrasluengas e incluso de Cantabria. Aunque la asistencia de público fue menor debido al mal tiempo, sí que se realizaron ventas.
«El objetivo de las ferias que organizamos, que cuentan con un presupuesto de 12.000 euros, es seguir apoyando al sector ganadero de nuestra comarca, que es el que genera gran parte del empleo en la zona. Para el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de La Pernía, son prioritarios el empleo y la ganadería», explicaba el alcalde de la comarca norteña, Roberto García.
De igual modo, añadía que con la actividad también se quiere fomentar el consumo de la carne de caballo de la Montaña Palentina, que es muy demandada en toda la geografía nacional aunque principalmente en Cataluña, la Comunidad Valenciana y que incluso se exporta a Italia. Una carne que asegura «es muy sana, tiene poca grasa y un sabor excelente. Además estamos dentro de la Asociación de Hispano-Bretón».
Una carne que precisamente pudieron degustar los vecinos y asistentes a la cita ferial, ya que se asó un potro de 120 kilos, del que se repartieron en torno a trescientas raciones de carne, según concretó el regidor perniano.
Una acción que organiza el Consistorio y que cuenta con el apoyo de la Diputación de Palencia, la hostelería de la zona, ACDMontaña Palentina, y sobre todo con el los ganaderos pernianos. Precisamente, el Ayuntamiento con el fin de apoyarles, entregó a los propietarios de las yeguadas participantes 150 euros para ayudar en los gastos de desplazamiento de los animales.
En la comarca norteña hay en la actualidad más de seiscientas cabezas de ganado equino, cuya carne es muy apreciada debido a su excelente calidad ya que se cría en los buenos pastos de la Montaña Palentina. Sin embargo, el sector no pasa por su mejor momento pues «cada vez quedan menos ganaderos, los precios están muy mal y para la gente joven es muy difícil incorporarse al sector», finaliza García.